(ANSA) - ROMA - Comienza la huelga y continúan las escaramuzas. La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL) salen a las calles para torcer la Ley de Presupuesto del estado y las políticas económicas y sociales del gobierno.
Pero es la imagen de aquella plaza que CGIL y UIL confían la respuesta "más fuerte" a lo que consideran un ataque sin precedentes al derecho de huelga. Y desde allí relanzan el desafío: "el gobierno está llevando al país al colapso y nosotros no lo permitiremos", vocifera el número uno de la CGIL, Maurizio Landini. "Esta plaza es una respuesta de democracia a los que son matones institucionales", ataca, a su vez, el número uno de la UIL, Pierpaolo Bombardieri. En Roma llenan la plaza del Pueblo, y hablan de 60.000 los participantes a la manifestación -y "nadie los obligó a estar allí", bromea Landini.
La protesta de las centrales sindicales italianas desborda las calles
En el palco los dos líderes sindicales hablan, vistiendo la camiseta de su propio sindicato, y aseguran que continuarán la lucha hasta que el Congreso los haya escuchado y obtengan resultados. CGIL y UIL, en su conjunto, hablan de gran participación y alta adhesión a la protesta. Pero en lo referente a los números está la discusión. Salvini sostiene que solamente una "exigua minoría" realiza la huelga, y reivindica con orgullo el hecho de que millones de italianos se muevan "libremente porque el derecho a huelga de una minoría no puede perjudicar el derecho al trabajo de la mayoría".
Mayoría que para los sindicatos está, en cambio, representada en aquellas plazas. Y acerca de las razones de la movilización sigue habiendo un ida y vuelta.
La huelga "fue decretada en verano, cuando yo la discusión del presupuesto no la tenía siquiera pensada", dice la presidenta del Consejo de Ministros. Pero para los sindicatos es el mérito equivocado: Landini habla de "porquerías" contenidas en la Ley de Presupuesto y pide al gobierno dejar de hacer "tonterías".
Con Bombardieri el elenco va del empeoramiento de las jubilaciones a la ausencia de respuestas sobre la seguridad del trabajo, pasando por el Fisco y en no a las amnistías. Contra la movilización confirman el recurso y solicitan no meter mano en la Constitución porque "se aplica y no se cambia". En la plaza no están Elly Schelin y Giuseppe Conte, pero figura una delegación del Partido Democrático (PD) y el coportavoz de Europa Verde y diputado de la Alianza Verde e Izquierda, Angelo Bonelli
Asimismo se encuentran trabajadores y estudiantes que desfilan en cortejo en diferentes ciudades -además de Roma se sucedieron manifestaciones en Florencia, Perugia, Ancona, Campobasso- en la jornada de paro que por 4 horas concernió a los transportes y por 8 horas al empleo público, la escuela, la sanidad y los correos en todo el territorio nacional y también para otras categorías -desde los metal-mecánicos a los del área de construcción- en las regiones del Centro.
Luego la movilización proseguirá con las huelgas y las manifestaciones en Sicilia, el 20 de noviembre, la regiones del Norte, el 24, Cerdeña, el 27, y las regiones del Sur, el 1 de diciembre. Siempre bajo el eslogan "Ya es suficiente". Para la función pública, la adhesión a los paros -hay incluso un stop general del empleo público de la USB- a mediados de la tarde que llega al 5,5%.
La Comisión de garantías sobre huelgas envía la documentación acerca de la decisión relativa a la huelga de CGIL y UIL -no considerada general- a las Comisiones de Trabajo y Transportes de la Cámara de Diputados. Los documentos fueron solicitados durante la comparecencia. Y sobre la ruptura con la CJSL sobre la huelga -el otro sindicato, encabezado por Luigi Sbarra que manifestará el sábado 25-, Bombardieri asegura que las tres confederaciones continuarán las batallas. (ANSA)