(ANSA) MALAGA - El padre Llanos, el “cura obrero” más famoso de España, dejó como legado un “espíritu de lucha” en todos los barrios periféricos de la capital, tal como muestra un documental que repasa su vida, cuenta a ANSA su director, Juan Luis de No.
José María de Llanos (1906-1992) pasó de ser confesor del dictador Francisco Franco a cantar la Internacional Socialista.
Su nombre quedará para siempre ligado al Pozo del Tío Raimundo, barrio obrero del sur de Madrid, donde se instalaron muchos inmigrantes procedentes de Andalucía y Extremadura.
Llanos procedía de una familia de derechas de clase alta, residente en un barrio burgués de la capital, y su padre era militar.
Después de estudiar la carrera de Química, entró en el noviciado jesuita, y al estallar la guerra civil se marchó a Bélgica, momento en el que dos de sus hermanos fueron fusilados por el bando republicano.
Tras el final de la guerra, se convirtió en uno de los referentes del Nacional Catolicismo y figura de moda por los artículos que escribía en la prensa.
Franco pidió que le guiara en sus ejercicios espirituales y así se convirtió durante años en confesor del dictador.
Pero en los años 60 comenzó a identificarse con los curas obreros de Latinoamérica a través de la Teoría de la Liberación.
Tras conocer el Pozo del Tío Raimundo, decidió dejar su departamento de la zona acomodada de Madrid y comprar allí una chabola para convertirla en una iglesia.
“Fue a convertir a la gente y la gente le convirtió”, se cuenta en el documental “Un hombre sin miedo”, coproducción hispano-argentina, proyectado hoy en el Spanish Screenings, mercado de venta del cine español que se celebra coincidiendo con el Festival de Málaga.
El padre Llanos se plantaba delante de máquinas que querían tirar chabolas en el Pozo del Tío Raimundo, convirtió su capilla en un colegio y biblioteca y creó una cooperativa para que hubiera luz eléctrica.
“Como legado simbólico dejó un espíritu de lucha que está presente en todos los barrios periféricos de Madrid. Fue un hombre de acción, que mostró cómo luchando se cambian las cosas”, apunta De No.
El padre Llanos se hizo amigo de Dolores Ibárruri “La Pasionaria” y de Santiago Carrillo y participó en un mitin del Partido comunista en 1977 (ANSA).
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