Italia aparece entre los primeros entre los principales países de la zona del euro en automatización de procesos productivos. Pero solo si se ignora el sector del automóvil. Así lo describe un informe anual del Banco de Italia. En Italia se utilizan muchos robots para producir dispositivos electrónicos, maquinaria y productos metálicos.
Y también en los sectores alimentario y farmacéutico, áreas en las que el nivel de automatización ha aumentado en la última década. Sin embargo, en lo que respecta al sector del automóvil, los italianos se quedan atrás. Tanto es así que, si lo consideramos en el cómputo global, Italia queda incluso por debajo de España. También aparece alejado de Alemania.
Mientras que en los años 1990, Italia sumaba 5,6 robots por cada 1.000 trabajadores y los germanos 7,6, más recientemente se contabilizaban 16,4 por cada 1.000 trabajadores en la península (o el equivalente de una máquina y media por cada 100 trabajadores) frente a los más de 27 de Alemania. El motivo de este desapego, indica el informe, se debe a la diferente especialización italiana.
El sector automotor es de menor tamaño y tiene una intensidad robótica equivalente al 58% de la media de España y Alemania. Esto se debe a que Italia produce principalmente componentes, actividad menos adaptada a la automatización, y a que desde 2010 el número de máquinas se ha reducido tras el cierre de la planta de Fiat en Termini Imerese y el abandono del plan Fabbrica Italia.
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