(ANSA) CERNOBBIO - El premier húngaro Viktor Orban, presidente rotativo de la UE, dijo hoy que es posible una reunión entre los presidentes Vladimir Putin y Volodimir Zelensky para poner fin a la guerra desatada tras la invasión rusa de Ucrania, en 2022.
"Una reunión entre Putin y Zelensky es ciertamente posible y necesaria", dijo Orban al intervenir en el Foro de Cernobbio, en Italia.
El primer ministro húngaro, exponente de la extrema derecha europea, recordó que "hay una gran literatura en Europa sobre cómo crear la paz y esta abundante literatura se refiere al diálogo que, si no ocurre en el momento adecuado, la escalada crece y todo se vuelve más difícil".
"Luego está el alto el fuego, sobre el cual hay un malentendido en la opinión pública occidental de que primero debemos elaborar un plan de paz, luego iniciar negociaciones y luego implementar el alto el fuego", añadió.
El proceso no es así, advirtió Orban, "porque mirando las experiencias más recientes, mi punto de vista personal es que primero viene el cese del fuego, luego el diálogo y finalmente el plan de paz".
El premier húngaro reaccionó con irritación a una pregunta de la prensa sobre si pensaba "hacer las paces" con Zelensky, tras los cruces que provocó su visita a Moscú apenas asumió como presidente rotativo de la UE.
"Tenemos una buena relación, ¿de qué estás hablando?", le dijo Orban al periodista. "El diálogo es realmente importante. Si no hay diálogo no hay posibilidad de paz", añadió al defender su viaje a Moscú para ver a Putin.
El primer ministro húngaro tuvo palabras de elogio para su colega italiana, Giorgia Meloni, con quien comparte el espacio de la extrema derecha europea, pero de la que se distanció al formar un nuevo grupo parlamentario. Meloni, además, apoya firmemente a Kiev y rechaza cualquier acercamiento a Putin.
Meloni es mi "hermana cristiana", dijo Orban. "Al principio, esta relación no tenía un papel importante en la política europea, pero ahora juntos podemos abrir una nueva era".
Según Orban, "tener las mismas bases culturales juega un papel más importante que en el pasado" y Giorgia Meloni "no es solo una colega política, sino una 'hermana cristiana', un concepto que tiene un significado político fundamental para Hungría, pero creo que también para Italia y este aspecto cultural de la política volverá a Europa como debe ser".
Ante ese tema, el premier húngaro se refirió a uno de los temas que unifica a las extremas derechas europeas, que es el de la inmigración.
"La inmigración está desintegrando cada vez más la estructura europea" y "sería mucho mejor conceder la opción de exclusión" a los países de la UE que no quieren seguir la política común, en lugar de obligarlos a permanecer juntos", sostuvo.
"Hay un problema grave en Italia y en muchos países" que han "decidido dejar entrar a muchos inmigrantes" y ahora tienen "dificultades para gestionar la convivencia", a diferencia de Hungría, que "nunca los ha dejado entrar", subrayó.
Para Orban, en el tema de la inmigración, las decisiones que deben tomarse pertenecen "a la soberanía nacional".
El premier húngaro tuvo palabras duras hacia la Comisión, el ejecutivo europeo, al frente de la cual fue reelecta Ursula von der Leyen.
"La anterior Comisión Europea - continúa Orban - ha demostrado ser un fracaso en términos de competitividad de la economía europea, de inmigración y para detener la guerra", sostuvo.
"Cuando hablo de competitividad de Europa, me refiero en primer lugar a reconsiderar el Green Deal, porque ahora se lo gestiona en contra de la comunidad empresarial y de la lógica y los intereses de las empresas europeas", agregó en alusión al plan de transición hacia energías limpias.
Orban se reunió con todos los líderes de los principales fabricantes de automóviles de Europa. "Me dijeron que el Green Deal va en contra de sus intereses. ¿Por qué lo hacemos? Es evidente que de esta manera la UE no gestiona las cosas correctamente", subrayó.
"Hoy en Bruselas han decidido crear básicamente la misma Comisión, por lo que aun cuando las personas pueden cambiar y hacerlo mejor que antes, es muy difícil de creer. Intentaré apoyar a la Comisión en la medida de lo posible, pero siendo un hombre racional, creo que han ignorado el deseo de cambio de los votantes".
"El mismo establishment - concluye - sigue ahí en Bruselas y no es nada bueno", advirtió (ANSA).
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