(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO 15 NOV - La Iglesia de Roma debe ofrecer sus propios inmuebles para mitigar la emergencia habitacional en la capital y para dar finalmente alojamiento a quien no tiene casa. Es el pedido formulado por el papa Francisco en visto del Año Santo, en una carta dirigida a los párrocos, a los religiosos y al clero de la Diócesis.
"En vista del Jubileo solicité a mi diócesis de ofrecer una señal tangible de atención a las problemáticas habitacionales para que, junto a la recepción dirigida a todos los peregrinos que harán falta, se activen formas de tutela para con aquellos que no tienen una casa o que corren el riesgo de perderla", puntualiza el pontífice. En esta perspectiva, "deseo que todas las realidades diocesanas propietarias de inmuebles, ofrezcan su contribución para reducir la emergencia habitacional con muestras de caridad y de solidaridad para generar esperanza en las miles de personas que en la ciudad de Roma sufren condiciones de precariedad habitacional".
Es conocido, y objeto de continuas discusiones, en qué medida las realidades eclesiásticas y las órdenes religiosas masculinas y femeninas disponen de espacios inmobiliarios, que a menudo no son utilizados o se destinan a otros usos Y el Papa confía en que estos espacios puedan ponerse a disposición de quienes más los necesitan. "Las instituciones y administraciones a distintos niveles, junto con las asociaciones y los movimientos populares -recuerda- se están organizando para reforzar la respuesta de acogida y solidaridad hacia estos hermanos y hermanas, y trabajan en colaboración entre las instituciones y la sociedad civil, y la Iglesia es llamada a contribuir." Y mientras la Iglesia se prepara para celebrar el Jubileo 2025, "que estará dedicado a la esperanza", Francisco aclara que también en la Bula de Celebración "invocó la esperanza para todos" y "pidió a todos que sean signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones difíciles".
"La esperanza, en efecto, nace del amor y del sentimiento de ser amado". De acuerdo con el pontífice, la Iglesia de Roma, "a través de parroquias, comunidades religiosas, asociaciones, movimientos eclesiales y familias" hace mucho "para transmitir el amor de Dios, a través de gestos concretos de caridad (a menudo en silencio)", y "generar esperanza en la vida de las personas": "Rrenuevo mi profundo agradecimiento a cada uno", afirma. De ahí el "bien común", en la base del pensamiento social de la Iglesia, "resume en sí misma todas las condiciones que garantizan la dignidad humana" que, como aclaró repetidamente el Papa, "se expresa en tres derechos inviolables: la tierra, la casa y el trabajo".
Por este motivo, añade, "pido a todas las entidades eclesiales que hagan un valiente gesto de amor hacia los demás ofreciendo los espacios que tienen a su disposición, especialmente a aquellos que poseen alojamiento o apartamentos gratuitos". El Papa también da indicaciones operativas: las personas que serán acogidas, explica, "serán seguidas por las instituciones y los servicios sociales", mientras que "las asociaciones y movimientos populares proporcionarán servicios personales, actividades asistenciales y bienes relacionales que contribuyan de manera fundamental para hacer digna la recepción y construir la fraternidad". "Quienes estén disponibles para responder a este llamamiento", concluye, "pueden dirigirse al vicario general de la diócesis de Roma, el cardenal Baldassare Reina".
La invitación del Papa encuentra eco además en el mensaje que envió hoy a los participantes en la Primera Asamblea Sinodal de las Iglesias en Italia, inaugurada por el cardenal Matteo Zuppi en la Basílica de San Pablo Extramuros. "El Camino Sinodal también desarrolla las energías para que la Iglesia pueda cumplir mejor su compromiso por el país", observa Francisco, según el cual "estamos llamados a observar a la sociedad en la que vivimos con una mirada de compasión para preparar el futuro".
E inmediatamente da ejemplo de esta compasión en la ciudad de Roma, precisamente con la invitación a la Iglesia a dar un techo a quienes no lo tienen. (ANSA).
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