"El dolor es parte del ballet"

(ANSA) - BOGOTA , por Oscar Escamilla - El bailarín italiano Valentino Zucchetti, primer solista del Royal Ballet de Londres y el primer coreógrafo de Italia en crear piezas para esa compañía, afirmó durante su paso por Bogotá que es innegable la relación del ballet con el dolor, pero invitó a no romantizarlo ni a exagerar el lugar que ocupa.
    "No podemos tener el dolor como una cosa romántica", puesto que "el dolor es una parte importante" de la danza, de manera que "los estudiantes tienen que aprender a entender el dolor", que no debe esconderse, pero tampoco convertirse en un espacio dramático como lo ha caracterizado el cine o la televisión.
    Así lo explicó Zucchetti a una pregunta hecha por ANSA, durante un conversatorio realizado en el Instituto Italiano de Cultura de Bogotá, al que acudieron maestros de danza, bailarines y padres de familia de la capital.
    El italiano explicó que los bailarines de ballet realizan en cada práctica entre 3 mil a 5 mil saltos, un cantidad tal movimientos que supera por mucho a deportes olímpicos o a prácticas deportivas profesionales.
    En ese marco es que el dolor se convierte en un lugar permanente y palpable entre los bailarines, que con el tiempo aprender a entenderlo, a convivir con él sin dramatismos, incluso como un elemento que activa señales de eventuales lesiones del cuerpo.
    Zucchetti realizó en la capital colombiana dos días de masterclass y audiciones en el marco del "Ita on Tour Colombia 2023, un evento organizado por el International Talent Award y Metti le Ali al Talenti", en colaboración con la escuela local Ballarte y el Instituto Italiano de Cultura.
    "Tenemos que crear una nueva modalidad técnica que no le cierre las puertas a la personalidad del bailarín y que permita que en la enseñanza haya espacio a la libertad de la expresión individual", afirmó. Y explicó que el ballet hace énfasis en la técnica, lo que suele conducir al cierre del espectro de lo espontáneo y del flujo de "las emociones auténticas" de los bailarines, que son necesarias para transmitir en su lenguaje codificado el sentido de cada pieza musical.
    Zucchetti también clamó por escuelas naciones de ballet y en general de danza, en particular en América Latina, un región del mundo donde él ha visto surgir a grandes talentos como el colombiano Fernando Montaño, compañero suyo del Royal Ballet de Londres. (ANSA).