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Glaciar Marmolada se reduce a ritmo acelerado

Menos de una cuarta parte en comparación con 1900

La reducción del Glaciar Marmolada.

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 31 AGO - La superficie del glaciar de la Marmolada, en las Dolomitas, sigue reduciéndose a un ritmo acelerado: se calcula en 112 hectáreas en 2022, y en los próximos años descenderá a menos de un kilómetro cuadrado, la mitad de la superficie presente en 2000 y menos de una cuarta parte en comparación con 1900.
    Los datos surgen de las mediciones anuales realizadas por geógrafos y glaciólogos de la Universidad de Padua, en colaboración con el Comité Glaciológico Italiano y la Agencia Regional para la Prevención y Protección del Medio Ambiente (Arpav).
    "El retroceso en el punto de mayor regresión es de cerca de 90 metros anuales, con un retroceso medio de unos 20 metros al año", afirma Mauro Varotto, jefe de mediciones de glaciares.
    Gracias a la campaña glaciológica participativa, organizada por el Museo de Geografía de la Universidad de Padua en colaboración con el Comité Glaciológico Italiano y Arpav, un año más una veintena de excursionistas expertos del Véneto, Emilia-Romaña y Lombardía pudieron seguir de cerca las mediciones.
    "Este verano - comenta Mauro Valt, investigador técnico de Arpav - los glaciares a lo largo de todo el arco alpino se están derritiendo fuertemente debido a la combinación de escasas nevadas en los dos últimos períodos invernales y altas temperaturas estivales. En los segundos diez días de agosto, en particular, la temperatura media más alta desde 1990 se registró en la zona de los Dolomitas, coincidiendo con una decena de días en los que las temperaturas superaron el percentil noventa: la serie más larga de los últimos treinta y cinco años".
    De la elaboración de los datos de Arpav se destaca, entre otras cosas, un aumento de 220 metros en la altitud esquiable por cada grado de aumento de la temperatura a gran altura.
    Según Alberto Lanzavecchia, profesor de Corporate Finance de Padua, "se está dibujando un panorama de insostenibilidad del sector del esquí, como lo demuestran ya los presupuestos de gestión de los remontes y las necesarias subvenciones públicas para las inversiones en teleféricos y cuencas de acumulación".
    Estos días se habla de la oportunidad de invertir recursos adicionales para practicar el cultivo de nieve en lugar de empezar a invertir en una economía diferente y más sostenible".
    (ANSA).
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