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12 años del colapso del Costa Concordia, Meloni evoca

La premier destaca la valentía de un héroe en la tragedia

El Costa Concordia herido de muerte

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA - La primera ministra italiana Giorgia Meloni recordó este sábado a un músico italiano que no sabía nadar y estaba entre las 32 víctimas del desastre del crucero Costa Concordia del 13 de enero de 2012 en la isla Giglio en Toscana, después de que renunció a su lugar en un bote salvavidas a pesar de saber que probablemente no sobreviviría.
    Con motivo del 12º aniversario de la catástrofe, Meloni afirmó en X que el hombre, Giuseppe Girolamo, era un "ejemplo de desinterés y valentía".
    "El sabía que no sabía nadar y cuando renunció a su lugar en el bote salvavidas era muy consciente de lo que esta elección significaría para él", explicó la premier.
    Italia recordaba este sábado el duodécimo aniversario del hundimiento del crucero Costa Concordia, que causó 32 muertos el 13 de enero de 2012, con una serie de homenajes.
    La tragedia dejó al mundo en shock no sólo por su gravedad, sino también por la irresponsabilidad de un capitán, Francesco Schettino, que acabó condenado a 16 años y un mes de prisión por el hundimiento.
    Al mediodía (hora local), se celebraba una misa en la iglesia de los Santos Lorenzo y Mamiliano, en la isla de Giglio, escenario de la catástrofe, seguida de una ofrenda floral en el mar, frente a Punta Gabbianara.
    A las 21.30 horas, estaba prevista una procesión de antorchas hacia una lápida en memoria de las víctimas del puerto y, probablemente a las 21.45 horas, hora exacta en que el Costa Concordia se estrelló contra las rocas, los barcos fondeados harán sonar sus sirenas.
    El crucero se estrelló contra unas rocas frente a la costa de la isla de Giglio, un destino turístico paradisíaco en la región toscana, la noche del 13 de enero de 2012, provocando que se escorara de costado hacia el mar.
    El cuerpo de la última víctima no fue encontrado hasta noviembre de 2014, cuando el Costa Concordia ya estaba siendo desmantelado en un astillero de Génova, en la región de Liguria.
    Durante dos años y medio, los habitantes de Giglio tuvieron que vivir con la presencia intimidatoria de un barco de miles de toneladas varado en su costa.
    Schettino fue condenado definitivamente en mayo de 2017, más de cinco años después de la tragedia. En su sentencia, el Tribunal Supremo consideró que el capitán mantuvo una ruta y una velocidad "totalmente inapropiadas", con el objetivo de hacer un "saludo a la isla de Giglio", una práctica común en los cruceros, pero el transatlántico se acercó demasiado a las rocas y terminó varado.
    Según la sentencia, Schettino no observó el "nivel necesario de diligencia, prudencia y experiencia".
    En total, fue condenado a 10 años de prisión por múltiples lesiones y múltiples homicidios, cinco años por naufragio negligente, un año por abandono del barco y un mes por no notificar correctamente a la Autoridad Portuaria. (ANSA).
   

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