San Pablo celebra los 150 años de la inmigración italiana

(ANSA) - SAN PABLO - Entre monumentos iluminados con el tricolor por toda la ciudad, el consulado general de Italia en San Pablo inauguró las celebraciones por los 150 años de la inmigración italiana en Brasil, con un rico calendario que abarcará todo el 2024 con eventos, exposiciones, conferencias y festivales de cine.
    Se trata de iniciativas en las que participan escuelas y universidades, mientras en la agenda también están previstos tanto un gran evento con motivo del Día de la República, el 2 de junio, como la semana de la cocina regional italiana.
    Una agenda resultante de la contribución de todo el sistema de instituciones italianas, desde el Instituto de Cultura italiano y el Instituto de Comercio Exterior, desde la Cámara de Comercio hasta los Comités.
    Además, cuenta con la gran colaboración del Municipio, la gobernación y la asamblea legislativa de San Pablo.
    El anfitrión, para la primera cita -organizada en el Museo de la Inmigración, antiguo centro de acogida por el que pasaron 800.000 italianos que probaron suerte en el país sudamericano entre 1887 y 1978- fue el cónsul general, Domenico Fornara, en presencia del autoridades y representantes de la comunidad italiana.
    En su discurso, Fornara recordó cuánto Brasil e Italia (uno en la conducción del G20 y el otro del G7) tienen "en común, una gran sintonía, fruto de una importante comunidad italiana que contribuyó al desarrollo cultural, económico y social" del país sudamericano.
    "La premisa perfecta para que podamos desarrollar aún más nuestras relaciones y mirar hacia el futuro", expresó el cónsul.
    "No existe otro país en el mundo que tenga un número tan elevado de descendientes de italianos, un récord del que estamos orgullosos. Y San Paolo es la capital de ese récord", afirmó Fabio Porta, parlamentario italiano elegido en la Circunscripción sudamericana.
    La velada estuvo animada por un espectáculo organizado por "Arsenal by Esperança", un proyecto solidario gestionado por una asociación religiosa de Turín, que distribuye 1.200 comidas diarias a las personas sin hogar. (ANSA).