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La carne cultivada, con algas y hongos, es el futuro

Alimentos que serán necesarios e inevitables, según los expertos

Los ingredientes que garantizan un buen aporte nutricional para las carnes cultivadas.

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA - Las hamburguesas elaboradas con setas genéticamente modificadas son las últimas novedades del cada vez más numeroso grupo de alimentos del futuro: desde la carne cultivada en laboratorio hasta algas como la espirulina y los insectos, pasando por opciones menos conocidas como las medusas.
    Todos ellos son ingredientes que garantizan un buen aporte nutricional, ricos en proteínas, vitaminas y sales minerales y que, al mismo tiempo, pueden contribuir a solucionar los problemas de sostenibilidad medioambiental, seguridad alimentaria y bienestar animal.
    "Es un sector muy turbulento y creo que pronto será necesario e inevitable cambiar la forma en que producimos alimentos", apunta Michele Morgante, profesor de la Universidad de Udine, directora del Instituto de Genómica Aplicada y miembro de la Accademia dei Lincei. "Los métodos tradicionales seguirán teniendo su lugar, pero tendremos que encontrar alternativas. En Italia, como en Europa, estamos demasiado apegados a la tradición mientras que otros países del mundo, como Corea del Sur, son mucho más abiertos y percibe mucho más la urgencia de introducir elementos de innovación", acota el especialista.
    La última innovación proviene de una hamburguesa hecha de hongos con ADN modificado, gracias a la técnica Crispr, para hacerla rica en hierro y antioxidantes y con el mismo color que la carne roja, obtenida por un grupo de investigación liderado por la Universidad de California, en Berkeley. Este es un importante paso adelante en el campo de la biología sintética, ya que el ADN de los hongos tiene características que hacen que la edición del genoma sea un desafío.
    Otra innovación reciente proviene de los laboratorios de investigación coreanos, con carne cultivada en granos de arroz: un nuevo alimento híbrido obtenido mediante el crecimiento de células grasas y musculares bovinas en la superficie y el interior de los granos de arroz. El resultado es un alimento enriquecido en proteínas que podría utilizarse para luchar contra la desnutrición en los países más pobres, pero también como alimento para soldados o astronautas en misiones.
    "Un gran estímulo vendrá del sector espacial", continúa el investigador: "en vista de futuras misiones de exploración espacial y de colonias en otros planetas, la investigación buscará nuevos sistemas para producir alimentos". La carne cultivada, por ejemplo, erróneamente definida como "carne sintética", se obtiene a partir de células madre que se diferencian en el laboratorio para producir músculo: unas pocas células son suficientes para generar toneladas de carne, eliminando el consumo de agua y tierra que suponen las granjas y también permite reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
    Razones que, según la experta, no fueron suficientes para evitar el proyecto de ley sobre alimentos sintéticos aprobado el 28 de marzo de 2023: "es una medida que pretende congelar el status quo", comenta Morgante. Entre otras cosas, las carnes cultivadas son mucho más seguras, ya que no contienen hormonas ni antibióticos.
    Los alimentos a base de algas, hongos o insectos, alimentos habituales en muchas zonas del mundo, avanzan en la misma dirección. Los grillos, langostas, orugas y similares son excelentes fuentes de proteínas de bajo costo y algunas especies ya han recibido una opinión favorable para uso humano por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
    "La espirulina es un ejemplo de producto cultivado que ya está presente", añade el experto refiriéndose a una de las algas más difundidas entre los nuevos alimentos, y destaca que estos alimentos "no pertenecen a un futuro tan lejano". (ANSA).
   

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