Espectáculos

Tras 30 años abren la casa de Serge Gainsbourg

Lugar lleno de recuerdos y poesía, en Paris

Redazione Ansa

(ANSA) - PARIS, 21 SET - Después de treinta años de reflexiones y vacilaciones, se abre al público la casa parisina de Serge Gainsbourg (1928-1991), el legendario cantante y músico que escribió canciones ahora inscritas en el imaginario colectivo de Francia.
    Se trata de un lugar lleno de recuerdos, emociones y poesía, en el corazón de París.
    Gainsbourg fue músico, letrista, cantante, estrella, actor, personalidad de televisión, director, pintor y novelista.
    Alcanzó el éxito mundial en 1969, con la escandalosa 'Je t'aime... moi non plus' cantada con Jane Birkin, con quien mantuvo una amor abrumador y del que nació su hija, también cantante y actriz, Charlotte Gainsbourg.
    Desde el día de su muerte, el 2 de marzo de 1991, la casa mausoleo de Gainsbourg en el número 5 bis de la Rue de Verneuil - en el corazón de la Rive Gauche - ha atraído a miles de fans que se han reunido frente al muro que rodea la casa, que con el tiempo se fue cubriendo de palabras, pensamientos y graffitis.
    Pero el interior siempre ha permanecido cerrado al público.
    Sólo la familia, empezando por Charlotte y algunas celebridades como el diseñador Karl Lagerfeld, tuvieron el privilegio de acceder a él. A Apartir de esta semana, la casa-museo abre sus puertas (previa reserva online) a todos aquellos que quieran descubrir el universo más íntimo del cantante parisino, hijo de inmigrantes judíos ruso-ucranianos que desembarcaron en Marsella en 1921.
    La voz de Charlotte acompaña a los visitantes a través de la audioguía. A excepción de los paneles de cristal que impiden el acceso al interior de las habitaciones - una precaución para proteger los numerosos objetos presentes - la casa es idéntica a como era en 1991. En el salón domina el piano negro de Gainsbourg - el mismo color de las paredes y el techo, pero también los discos de oro y las fotografías de los grandes amores de su vida: Brigitte Bardot y Jane Birkin, recientemente fallecida.
    "Desde que murió, no he querido mover nada. Inmediatamente me dije que quería convertirlo en un museo porque lo hablamos juntos", reveló a la prensa Charlotte Gainsbourg, que dudó mucho antes de abrir las puertas de este lugar tan íntimo, donde creció cuando era niña y donde murió su padre. (ANSA).
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