Así lo estableció el Departamento de Medicina Forense del condado de Los Angeles, que a primera hora de la tarde del viernes dio a conocer los resultados de la autopsia realizada al cuerpo del actor.
"La muerte del actor Matthew Langford Perry, de 54 años, se debió a los efectos agudos de la ketamina", se lee en el comunicado, que precisa que "otros factores que contribuyeron a su muerte incluyen ahogamiento, enfermedades coronarias y los efectos de la buprenorfina (utilizada para tratar el abuso de opioides)".
"La muerte fue accidental", concluye el médico forense.
Perry fue encontrado inconsciente alrededor de las 4 de la tarde del 28 de octubre, en el jacuzzi de su villa en Pacific Palisades, un distrito rico y elegante de la metrópoli californiana, cerca de Malibú.
Su agente llamó al 911, pero cuando los paramédicos llegaron al lugar solo pudieron declarar muerto al actor.
El Departamento de Medicina Forense de Los Angeles realizó un análisis en el lugar y luego trasladó el cuerpo al Centro de Ciencias Forenses para la autopsia.
La ketamina, aprobada en 2019 por la Agencia Nacional de Medicamentos, es un potente anestésico que los médicos estadounidenses prescriben cada vez más para tratar la depresión o la ansiedad. Problemas que Perry venía padeciendo desde hacía tiempo, junto con el abuso de sustancias y alcohol.
Un problema que el propio actor había revelado con conmovedora honestidad en sus memorias de 2022, "Friends, Lovers, And The Big Terrible Thing A Memoir" ("Amigos, amantes y la cosa terrible").
Según los Centros de Adicción de los Estados Unidos, la ketamina tiene un "potencial de uso indebido recreativo".
Según la Agencia de Control de Drogas (DEA), la ketamina fue aprobada en la década de 1970 como anestesia de acción rápida por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
En los últimos años, la ketamina se ha utilizado para tratar trastornos psicológicos como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.
El actor estaba recibiendo una terapia de infusión de ketamina, pero la presencia masiva detectada en su sangre no podría provenir de la última sesión con el médico, ocurrida aproximadamente una semana y media antes de su muerte.
En los niveles detectados, equivalentes a 3.271 nanogramos por mililitro, la ketamina puede provocar "sobreestimulación cardiovascular y depresión respiratoria". (ANSA).
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