En España se vive la "resaca de la ola feminista, con sus retrocesos", dijo a ANSA la directora Icíar Bollaín, que presentó en el festival de San Sebastián la película "Soy Nevenka", sobre la primera mujer en el país que denunció a un político por acoso sexual.
Tras citar el caso de abuso contra la futbolista Jenny Hermoso dice que "hemos avanzado pero últimamente hay un negacionismo (.
La cinta muestra cómo Nevenka Fernández, concejala en Ponferrada (León), ganó la "batalla judicial" contra su acosador, condenado a indemnizarla e inhabilitado en 2001, Ismael Álvarez, pero no "la batalla social".
La concejala, entonces vienteañera, abandonó España después del juicio que tuvo un gran impacto mediático.
Todavía "hay muchos me toos pendientes, en la política, en la empresa", reclama.
A su juicio "queda mucho por hacer porque el abuso de poder sigue siendo difícil, no de detectar, porque lo vemos, sino de contestarlo", afirma.
Sostiene que "tendemos a poner más el foco en la víctima, le decimos que denuncie, pero nosotros también podemos hablar", señala a propósito del "silencio cómplice".
La directora subraya que "nos cuesta todavía involucrarnos, seguimos pasando por alto cosas que son abusos de poder".
La cinta muestra "todas las etapas por las que pasa la víctima, desde su quiebre en el que denuncia hasta el juicio".
Esto lo hizo porque, subraya Bollaín, "es muy difícil entender a una víctima de acoso, queríamos entrar en el detalle, que el espectador esté con ella y acompañarla en ese viaje a la dignidad".
Porque, añade, "siempre pensamos en las agresiones como algo que ocurre en el momento, pero en el acoso hay un goteo psicológico en el que la persona va viendo mermadas sus capacidades y te sientes más aislado por el silencio social".
Bollaín, quien abordó la violencia de las mujeres dentro de la pareja en "Te doy mis ojos", también hizo esta película, protagonizada por Mireia Oriol y Urko Olazábal, para que el espectador entienda por qué la víctima no se va.
"Siempre pensamos en las agresiones como algo que ocurre en el momento, pero en el acoso hay un goteo psicológico en el que la persona va viendo mermadas sus capacidades y te sientes más aislado por el silencio social", apunta.
"¿Por qué no te vas? Pues porque cuando llega ese momento ya no eres tú. Hay una parálisis. El miedo paraliza", apunta.
La película, apuntó en rueda de prensa uno de los productores, Juan Moreno, es "un acto político, para que la gente joven vea que había gente que salía a defender a un acosador".
La cinta no pudo ser rodada en Ponferrada, como el equipo quería, debido a que no recibió el permiso del ayuntamiento, donde el ex alcalde sigue siendo una persona "muy influyente".
Había "miedos y silencios extraños de un caso que no estaba resuelto", comentó Moreno..
"La resaca de la ola feminista", plantea Bollain
"Soy Nevenka", para entender por qué víctima de abuso no se va