(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 25 LUG - Unos 600 pobladores de
235 familias huyeron de la violencia de las bandas criminales en
la frontera sur de México, traspasando los límites para
refugiarse en Guatemala, en un fenómeno de "migración a la
inversa" de como se ha producido por décadas en la región.
Una serie de balazos, bloqueos y asesinatos se registraron
en las últimas semanas debido a la encarnizada rivalidad entre
el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, la
dos organizaciones que se disputan la hegemonía en el país y que
han convertido al estado de Chiapas, limítrofe con Guatemala, en
principal escenario de sus enfrentamientos.
Esta circunstancia obligó a los aterrorizados residentes
de la zona, en su mayoría campesinos pobres e indígenas, a
intentar la búsqueda de un lugar seguro, pero no tuvieron otra
alternativa que internarse del otro lado de la línea
demarcatoria con Guatemala.
Por ahora, autoridades mexicanas guardaron un denso
hermetismo sobre este desplazamiento forzado, mientras que en
Guatemala el presidente Bernardo Arévalo confirmó la llegada de
las familias procedentes de dos comunidades del país vecino.
Al menos suman 580 personas, entre niñas, niños, mujeres,
hombres y ancianos, los que llegaron procedentes de Chiapas,
según la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para
la Reducción de Desastres de Guatemala (CONRED), la cual se
encargará de atender las necesidades de los refugiados.
"Están escapando a la confrontación entre grupos que tiene lugar
del lado de México", dijo Arévalo en conferencia de prensa.
(ANSA).
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Migración a la inversa en la frontera sur del país
Ahora, mexicanos huyen de violencia por frontera con Guatemala