Los funcionarios rusos serían los únicos que controlarían el equipo y la información de la base, mientras que los militares locales se limitarían a vigilar el edificio.
En el interior funciona un sofisticado sistema llamado radiogoniometría, capaz de localizar geográficamente señales telefónicas de televisión o de radio. Es la base más importante para la seguridad de Nicaragua, ya que alberga la Dirección de Inteligencia y Contrainteligencia Militar (DICIM) del Ejército.
El sistema de radiogoniometría y el software SORM-3, el equivalente ruso de Echelon, se utilizarían conjuntamente para vigilar las embajadas y detectar posibles "traidores" de la dictadura.
Desde 2017, en varias bases militares del país, según fuentes citadas por Confidencial, un grupo de cuatro oficiales llegados directamente de Moscú habrían instalado instrumentos y antenas para realizar actividades de espionaje. (ANSA).
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