En septiembre del año pasado, durante una visita a Pekín, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, firmó con su colega chino, Xi Jinping, un ambicioso acuerdo bilateral de cooperación e inversiones en economía, energía, comercio, turismo, tecnología y televisión pública.
China es el principal acreedor individual de Venezuela a través de un fondo que llegó a disponer de 62.000 millones de dólares y que usaba el petróleo venezolano como garantía. Tras ocho años sin nuevos préstamos, el saldo de esa deuda es de unos 12.000 millones, según algunas fuentes financieras.
China es el primero o segundo socio comercial de Venezuela después de Estados Unidos, con su principal inversión enfocada en la industria petrolera, como social de la estatal PDVSA.
Cuatro petroleras mixtas en alianza entre PDVSA y la estatal china CNPC producen cerca de 110.000 barriles de petróleo por día.
(ANSA).
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