"El que no se monte en ese tren se queda sin pasaje, hay unos que quieren, pero no podrán porque no respetan los resultados", advirtió Cabello en una rueda de prensa como vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
"Ahí están reuniéndose, viendo como se cuelan. Hay gente que no ha reconocido los resultados del 28 de julio y quiere ver si se incorporan", a las elecciones, dijo.
En 2025 los venezolanos están llamados a votar en unas "mega elecciones", como las calificó en agosto el propio Maduro.
Se elegirán los diputados de la Asamblea Nacional (Congreso), los 23 gobernadores de estados, sus asambleas legislativas estatales, los alcaldes de 335 municipios, y decenas de concejales.
Lo que queda de la fragmentada y menguada dirigencia de la oposición se debate en la disyuntiva de atender ese llamado para no perder más espacios, o de concurrir sin garantías y terminar legitimando un sistema electoral que favorece al chavismo en el poder, señalan analistas políticos.
La oposición denuncia fraude masivo en la elección del 28 de julio, en la que el oficialista Consejo Nacional Electoral declaró a Maduro como triunfador sin mostrar resultados detallados ni actas de escrutinios.
Cabello ratificó que el gobierno y su partido PSUV están adelantando los preparativos para la toma de posesión de Maduro el 10 de enero, para el período 2025-2031. Y advirtió contra cualquier intento de protesta futura.
"A los que andan inventando, mucho cuidado porque les va a salir caro. Se acabó, aquí habrá justicia y cada quien asuma su responsabilidad. ¡No va a haber impunidad! Seguiremos adelante con los juicios que hay que hacer, la Fiscalía, los poderes actuando, el poder judicial y el Estado", sentenció Cabello.
Afirmó que los opositores expusieron a niños en las protestas "y ahora salen con su cuento de los presos políticos", afirmó.
Entre los casi 2.000 presos políticos en el país permanecen al menos 69 niños de entre 14 y 17 años, según cifras de la ONG Foro Penal. La Fiscalía los acusa de "terrorismo" mientras sus madres y los activistas por los derechos denuncian condiciones inhumanas de reclusión.
"Durante la guarimba (bloqueos de calles) utilizaron niños, ahora andan con sus cuentos...", sentenció. (ANSA).
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