Sus declaraciones tuvieron lugar en el marco de una entrevista con el canal LN+, en la que sostuvo que Villarruel no participa de las reuniones de gabinete porque "ella decidió" no hacerlo.
El trato que tienen, dijo, "es lo que se necesita para cumplir nuestros roles".
"Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos, está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta", expresó el libertario.
En tanto, el presidente del bloque de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, en la Cámara de Senadores habló sobre la interna que atraviesa al mandatario con su vice y reconoció "rispideces".
"El presidente ha sido muy claro en su apreciación. Yo no lo voy a discutir. Es su apreciación de su relación con la presidenta del Senado. Yo te puedo hablar de lo que yo vivo en el día a día. Y es que independientemente de ciertas rispideces, que obviamente se notan y hoy mucho más, estamos trabajando justamente en pos del Gobierno, todo el Senado", declaró Atauche a LN+.
Las fuertes declaraciones del mandatario contra su compañera de fórmula no sorprenden, ya que la relación está tensa desde hace varios meses. Sin embargo, desde el gobierno, siempre se han encargado de dejar este cortocircuito fuera de la discusión pública.
"No hay ninguna pelea", repite Milei, cada vez que se le pregunta directamente. Es probable que tema que la furia acumulada por las desobediencias de Villarruel se transforme en un boomerang institucional.
El conflicto comenzó incluso antes de su llegada a la Casa Rosada. Tras la deslucida participación de Milei en el tercer debate presidencial, la candidata a vice empezó a jugar su partido: en la previa del balotaje, se encontró a solas con Mauricio Macri, expresidente del país y creador del PRO y Cambiemos en su casa (aunque en el PRO lo desmientan), estrenó un logo distinto al de La Libertad Avanza y organizó un acto con militantes suyos en Recoleta.
Sus altos niveles de exposición y encuentros secretos con Macri generaron los primeros enojos del entonces candidato a presidente y una profunda desconfianza. A partir de ese momento, el vínculo jamás volvió a ser igual.
Además, el armado de una "agenda propia" le valieron ser incorporada a la vasta lista de "traidores".
Desde el entorno de la vice defienden su independencia y responden que para avanzar con las reformas requieren inevitablemente negociar con la oposición, pero que "el presidente no la ve".
Villarruel nunca formó parte del círculo íntimo del Presidente y nunca lo será. A ese restringido espacio solo acceden su hermana Karina Milei; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; y el asesor Santiago Caputo. Y ninguno de los tres confía en la vicepresidenta.
"Le gusta cortarse sola", se quejan.
La discusión de fondo en el oficialismo gira en torno a la conducción política. Mientras Milei ataca al Congreso -"nido de ratas", lo llama-, Villarruel pretende ocupar un rol de articulación con los sectores opositores, diferenciarse de la intransigencia del presidente y armar un perfil propio. (ANSA).
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