Así lo reveló el jefe de asuntos internacionales del Ministerio de Ciencia chileno, Gonzalo Arenas, en declaraciones al diario local La Segunda.
Chile, de ser aceptado, se sumará a los otros socios: Brasil, el único latinoamericano, Croacia, India, Letonia, Lituania, Turquía y Ucrania. Ser socio supone un pago anual de 2 millones de dólares y permite la contratación de profesionales y técnicos chilenos puedan ser contratados, la transferencia tecnológica y abre la opción a licitaciones.
Solo el año pasado se licitaron 200 millones de dólares, señala el periódico. Otro de los beneficios es que el CERN genera patentes y conocimientos específicos y los socios tienen acceso a ellos. En el escalón más alto están los Estados miembros, que suman 24: Italia, Francia, Alemania, Suecia y Reino Unido, entre otros, y acaba de incorporarse Estonia.
(ANSA).
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