El caso se originó a raíz de un reportaje publicado por el medio de investigación periodística Ciper Chile, que da cuenta del pago de facturas falsas con recursos de la repartición diplomática.
"Se requiere determinar posibles responsabilidades administrativas, así como fiscalizar la situación presupuestaria de la mencionada representación diplomática para asegurar el buen uso de los recursos públicos", señala el oficio del organismo contralor en respuesta a la Cámara.
Ciper Chile reveló que durante años se giraron miles de dólares contra facturas falsas y otras irregularidades, y que la Cancillería chilena abrió un sumario a petición de la exembajadora comunista Bárbara Figueroa.
"Apenas tuve antecedentes hice las gestiones para que se procediera a realizar una investigación interna", señaló la ex embajadora a Ciper.
También informó al actual representante chileno en Buenos Aires, el socialista José Antonio Viera Gallo. Figueroa confirmó a Ciper que las prácticas irregulares se arrastraban por años: "Y a mí no me parecía que esto persistiera", dijo. (ANSA).
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