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Israel bombardea Beirut con un objetivo: el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah

Según la prensa libanesa el capo del grupo chiíta está a salvo. Irán lanza su amenaza y la escalada bélica no cesa.

Redazione Ansa

(ANSA) - TEL AVIV, 27 SET - Unos minutos después del discurso del premier israelí, Benjamín Netanyahu, en la asamblea de la ONU en Nueva York, el ejército de su país (FDI) lanzó una poderosa incursión selectiva contra el cuartel general principal de Hezbolá en Beirut. El objetivo, no declarado oficialmente, es el líder, Hassan Nasrallah, quien ha sido más que una piedra en el zapato para Israel durante años.
    Según fuentes del Canal 12, el feroz enemigo de Israel fue alcanzado, pero no hay confirmación, mientras que reportes cercanos a Hezbollá aseguran que "se encuentra bien".
    El primer ministro fue alertado por su secretario militar, Roman Goffman, de que la operación había sido un éxito mientras realizaba una rueda de prensa.
    Inmediatamente, abandonó el edificio de la ONU y regresó a la habitación de hotel donde tiene el "teléfono rojo".
    Las redes sociales libanesas mostraron imágenes de las enormes explosiones, muchas sucesivas, y mantos de humo negro y rojo que se elevaban sobre un área que incluye todo el bloque de edificios residenciales atacados por los combatientes israelíes.
    Según la prensa de Líbano, seis edificios fueron arrasados ;;y una veintena de misiles fueron disparados desde aviones de combate que partían de bases en el Golán, provocando al menos dos muertos y 76 heridos.
    Estados Unidos, dijeron funcionarios israelíes, fue informado de la redada antes de que se llevara a cabo.  Pero el Pentágono lo negó y dijo que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, habló con su homólogo israelí, Yoav Gallant, mientras seguía la operación en curso desde el búnker de Tel Aviv. Las FDI, inmediatamente después de las primeras noticias del ataque, declararon que habían atacado "el principal cuartel general de la organización chiita apoyada por Irán, situado bajo un edificio residencial en el barrio de Dahiya de la capital libanesa", una zona totalmente controlada por las milicias de Nasrallah.
    Según la televisión pública israelí Kan, la Fuerza Aérea utilizó bombas penetrantes de búnkeres de una tonelada cada una.
    Eso tuvo un efecto devastador en los edificios afectados: en las redes sociales los residentes publicaron escenas apocalípticas, un mar de escombros, incendios: si Nasrallah realmente estaba allí abajo, es poco probable que sobreviviera.
    La inteligencia del Estado judío está verificando si el aliado de Teherán en el Líbano fue realmente eliminado o, como afirmó una fuente cercana al partido de Nasrallah, "está bien".
    Incluso los ayatolás, informó Haaretz, están tratando de verificar el destino de su aliado número uno en Medio Oriente, y la agencia estatal iraní Tasnim escribió que Nasrallah "está en un lugar seguro y todavía está vivo". 
    Según una fuente estadounidense entrevistada por ABC, el líder de Hezbolá, y algunos de sus hombres se encontraban en Beirut en una breve visita el viernes por la tarde cuando Israel lanzó el ataque contra el cuartel general en el sur de la capital libanesa. Según la cadena estadounidense, es probable que esta fuera la causa operativa identificada también por la inteligencia israelí para lanzar el ataque.
    Por otra parte, un funcionario israelí informó que "hay indicios de que Nasrallah estaba en el complejo que fue atacado" y, acotó que, "si estaba allí, tendría muy pocas posibilidades de salir con vida". Lo reporta el sitio de noticias israelí Walla.Según informes citados por el Canal 12, Zainab Nasrallah, hija del secretario general de Hezbolá, murió en el ataque israelí a Beirut. 
    Se trata de un guion ya visto en otras ocasiones, como cuando fueron asesinados comandantes clave, desde Fuad Shukr hasta Ibrahim Aqil.
    Netanyahu anticipó su regreso de Nueva York durante la noche.
    La urgencia y la excitación hacen pensar que, en realidad, todo el poder de fuego utilizado en Beirut estaba dirigido contra el gran enemigo que, desde el 8 de octubre, ordenó martillar los territorios del norte de Israel. Con ataques cada vez más intensos.
    Ahora, si Nasrallah realmente pasa a formar parte del panel que el ejército publica diariamente con los nombres y fotografías de los comandantes eliminados de Hezbolá, con una marca roja, todo el frente de guerra podría cambiar.
    Por su parte, Teherán, que hasta ahora no tomó venganza directa por el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Hanyeh, en el barrio blindado de los Pasdaran de la capital el pasado 31 de julio, podría decidir salir del impasse en la toma de decisiones.
    "El ataque israelí de hoy es una escalada que cambiará las reglas del juego", amenazó la embajada iraní en Líbano, y agregó que Israel "recibirá el castigo apropiado".
    Los aliados regionales, como los hutíes, dicen estar preparados: después de haber reivindicado el lanzamiento de un misil tierra-tierra desde Yemen hacia el centro del Estado judío (destruido por Israel), prometen que lo "harán otra vez".
    La preocupación también crece en las Naciones Unidas, que "observan con gran alarma". Y, sin embargo, un ataque directo obligaría a la República Islámica a enfrentar la reacción de los aliados de Israel, en primer lugar, Estados Unidos.  Un avispero en el que Teherán demostró, al menos hasta ahora, que no quiere entrar. Sin embargo, Irán advierte a Israel, la embajada iraní en Líbano dijo que el ataque israelí de hoy contra Beirut es una "escalada" que "cambia las reglas del juego".
    Con el último ataque a Beirut, Netanyahu dejó claro que quiere ajustar cuentas con aquellos que "quieren dañar a Israel". Con un mensaje claro a Irán: "Si atacan, tendrán una respuesta". (ANSA).
   

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