Fueron los gritos los que la salvaron. La fuerza de la desesperación que incluso después de la pesadilla de tres días mantuvo a una anciana atrapada en su coche en un paso subterráneo inundado en Benetusser, un pueblo de la Comunidad Valenciana entre los más afectados por las inundaciones.
Es una de las muchas historias de esperanza que son casi milagrosas mientras todavía se excava entre los escombros y el barro en esta región desgarrada de España, donde el número de muertos sigue aumentando mientras que el número de personas desaparecidas también corre el riesgo de ser muy alto, aunque las cifras oficiales no se publican. El diario El Meridiano reconstruye lo sucedido recogiendo los testimonios de los operadores de Protección Civil que tienen su punto de referencia para la zona en la localidad de Moncada y que participaron en el rescate.
La mujer permaneció encerrada en su coche durante tres días, después de quedar atrapada en medio de la ciudad, que rápidamente se volvió inaccesible después de los aluviones y posteriores inundaciones. Con el paso de las horas, la gigantesca masa de agua desplazó objetos, escombros pesados ;;e incluso vehículos. Por eso, cuando los servicios de emergencia divisaron a la mujer en su vehículo había otros coches, ahora destrozados, obstruyendo el paso. Casi un milagro, de hecho, para una operación de rescate muy difícil, pero cuyo resultado es un signo de esperanza para las personas que quizás aún estén vivas pero atrapadas en la zona.
Y por ello, Martín Pérez, jefe de Protección Civil de Moncada y concejal municipal de esta localidad, se mostró visiblemente conmovido al informar los detalles del rescate: "A los tres días encontramos a una persona con vida dentro de un automóvil". Las imágenes del anuncio dado por Pérez a sus compañeros en el centro de operaciones quienes respondieron con estruendosos aplausos circularon en las redes sociales y diarios digitales.
La localidad de Moncada se convirtió en uno de los centros operativos de Protección Civil implicada en la zona, que estableció su base en el polideportivo municipal con 400 voluntarios llegados de toda España. Hay un pabellón municipal donde confluyen socorristas de las comunidades de Cataluña, Madrid, Murcia, Navarra, Andalucía y Aragón. Llegan equipados con suministros, incluso para su propia subsistencia personal, así como en forma de ayuda para los desplazados.