* SOBERANÍA E INTEGRIDAD - Entre los principales cambios introducidos, señala la agencia de noticias Tass, está que la doctrina anterior preveía el uso de armas nucleares solo en casos en los que «la existencia misma del Estado se vea amenazada». Ahora el concepto se amplía, previendo una respuesta nuclear incluso ante una «amenaza crítica a la soberanía y la integridad territorial» de Rusia o Bielorrusia, su estrecho aliado. Una amenaza que puede provenir de un ataque con armas atómicas o convencionales.
* OTAN Y UCRANIA - El documento afirma que cualquier "agresión por parte de un Estado perteneciente a una coalición militar (por ejemplo, la OTAN, ed.) contra la Federación Rusa y sus aliados será considerada como una agresión por parte de esta coalición en su conjunto".
Además, una agresión "por parte de un Estado no nuclear con la participación o el apoyo de un Estado nuclear se considerará un ataque conjunto". A la pregunta de si esto significa que Rusia también podría dar una respuesta nuclear a ataques no nucleares de Ucrania con el uso de misiles suministrados por países occidentales, Peskov respondió afirmativamente. "Sí, se menciona", dijo el portavoz del Kremlin.
Sin embargo, también se detallan los criterios para una evaluación de la amenaza. Entre ellos figura la existencia de información fidedigna sobre el lanzamiento de un ataque "masivo" contra Rusia por medios aéreos y de misiles que atraviesen la frontera estatal.
* TERCEROS ESTADOS - La nueva doctrina establece que una respuesta nuclear también puede dirigirse "contra los Estados que pongan a disposición territorio, espacio aéreo o marítimo y recursos bajo su control para la preparación y ejecución de una agresión" contra Rusia.
* EL ARSENAL NUCLEAR RUSA - Rusia está considerada la primera potencia nuclear del planeta, con casi 6.000 cabezas nucleares.
Sin embargo, el Boletín de los Científicos Atómicos estimó en 2022 que 1.500 de ellas habían sido retiradas para su desmantelamiento. De las restantes, casi 1.600 estarían realmente desplegadas y listas para su uso, mientras que el resto estarían "en reserva". De las operativas, 812 estarían instaladas en misiles balísticos terrestres, 576 en misiles balísticos lanzados desde submarinos y 200 en bases de bombarderos pesados. Las cabezas nucleares suelen clasificarse en estratégicas, capaces de alcanzar objetivos más lejanos, y tácticas, que podrían desplegarse en escenarios de guerra. Se calcula que Moscú posee unas 1.900 cabezas nucleares tácticas.
(ANSA).
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