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París y Londres hablan sobre enviar tropas

La NATO pide más soldados.

Redazione Ansa

(ANSA) - BRUSELAS, 25 NOV - La posibilidad de enviar tropas europeas a Ucrania, sobre todo si Donald Trump reduce el compromiso estadounidense, anima de nuevo el debate. Con la diferencia de que junto a Francia -que ventiló primero la hipótesis- está ahora Gran Bretaña, que sería en realidad la más dispuesta.
    París y Londres serían los accionistas mayoritarios de la iniciativa, a los que se añadirían otros países en la misma longitud de onda. Porque la situación es grave, además de fluida.
    La OTAN, por ejemplo, anima a los aliados a "cambiar los modelos" de formación de soldados porque "se necesitan más hombres" para hacer frente al cambio de la situación de seguridad en Europa. El servicio militar obligatorio ha dejado de ser un tabú en varios países de la UE.
    Una "fuente británica" confió a Le Monde que "hay conversaciones en curso entre el Reino Unido y Francia sobre la cooperación en materia de defensa, en particular con el objetivo de crear un núcleo duro entre aliados en Europa, centrado en Ucrania y en la seguridad europea en un sentido más amplio".
    Aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión oficial, el periódico habla de "propuestas sobre la mesa" en el Ministerio de Defensa, como la de la sociedad Défense Conseil International (Dci), principal operador del Ministerio de las Fuerzas Armadas, que se ocupa de los contratos franceses de exportación de armamento y de la transferencia de conocimientos militares que los acompañan.
    La Dci estaría así "dispuesta a seguir formando a los soldados ucranianos en Ucrania, como ya lo hace en Francia y Polonia. Podría así, si fuera necesario, garantizar el mantenimiento del material militar francés enviado a Kiev.
    Para ello, Dci se ha puesto en contacto con Babcock, empresa homóloga británica ya presente en Ucrania, para compartir las instalaciones de las que ya dispone. También se estaría estudiando la presencia de empresas privadas de defensa en suelo ucraniano.
    Italia, a través del ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, reiteró que no enviaría soldados a combatir en Ucrania.
    "Debemos evitar la escalada, Rusia está asumiendo una grave responsabilidad al hacer combatir a soldados norcoreanos y alistando a proxies hutíes e iraníes", subrayó en vísperas del Consejo OTAN-Ucrania de mañana, en el que no se esperan grandes giros (Kiev volverá a pedir más defensa antiaérea, quizá incluso el sistema Thaad además de los Patriots, para contrarrestar a Moscú).
    En resumen, el escenario actual es cada vez más precario y la OTAN, como se preveía, corre a ponerse a cubierto porque no se trata solo de gastar más, ahora también es necesario encontrar el personal necesario para defender Europa. "Tenemos que reconocer, dijo a ANSA un alto cargo de la Alianza, "que venimos de una época en la que teníamos unas fuerzas armadas pequeñas, profesionales, de muy alta calidad y caras, pero con unos efectivos limitados, que con el actual índice de bajas en Ucrania tendrían dificultades para gestionar el segundo o tercer mes de conflicto: así que animamos a los aliados a que cambien y den a la OTAN los efectivos que necesitamos".
    La semana pasada hubo una reunión a nivel de Estado Mayor sobre el tema. Pero la cuestión es exclusivamente política y no se está forzando a las capitales a adoptar un método -el apalancamiento, por ejemplo- en favor de otro (por ejemplo, las reservas, la vía preferida por Italia en estos momentos).
    Es un hecho que varias formas de servicio militar obligatorio están volviendo a Europa. Letonia lo ha reintroducido (a partir de 2028 se llamará a filas a 7.500 hombres cada año) e incluso Alemania está pensando en ello.
    Aunque muchos citan como ejemplo el modelo híbrido sueco, introducido tras la anexión de Crimea. Todos los jóvenes de 18 años tienen que presentarse (obligatoriamente) a una evaluación: cada año solo entre el 5 y el 10% de hombres y mujeres se presentan al servicio militar y solo se recluta a los jóvenes dispuestos a hacerlo.
    Una opción más dulce que la antigua leva, ciertamente, pero que certifica el fin de una era. Así lo atestigua también el hecho de que Alemania esté trabajando en un plan nacional de búnkeres. El país tiene pocos, tras haberse deshecho de los del pasado.
    Y el Bild escribe que el Gobierno instará a los ciudadanos a equipar garajes y sótanos para ubicarlos en lugares seguros de los edificios en los que viven. La guerra en Europa hace tiempo que dejó de ser un tabú. (ANSA).
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