(ANSA) - TEL AVIV, 29 NOV - "Israel no consiguió destruir a Hezbolá, ni acabar con la Resistencia o debilitarla", mientras el cese del fuego entre el Partido de Dios y el Estado judío aparece, luego de tres días, aún suspendido de un hilo -con nuevos raids de las IDF contra "terroristas" en el sur del Líbano-, el líder del movimiento chiíta reivindica el acuerdo como una "gran victoria", aún mayor que la alcanzada en 2006.
Naïm Qassem, el heredero de Hasan Nasrallah, muerto a manos de las FDI (fuerzas de defensa israelíes) en setiembre, habla por primera vez desde la entrada en vigor de la tregua y, con la consabida retórica, busca reagrupar los ánimos y llamar a la unidad, y agradece, al mismo tiempo, a los aliados del Eje de la Resistencia, Irán y Yemen.
"Nuestro apoyo a Palestina no se detendrá -reiteró-. La liberación de Jerusalén es todavía un objetivo que podremos obtener por otras vías". En el frente opuesto, el premier israelí, Benjamin Netanyahu, convocó a una reunión especial para estudiar la situación sobre la tregua y discutir los últimos desarrollos en Siria, enésima escalada en una región que no tiene paz.
En una intervención pregrabada, Qassem se "coordinará" con el ejército regular la aplicación del cese del fuego, que prevé el retiro de los milicianos más allá del río Litani, el despliegue de las fuerzas de Beirut en el sur del Líbano con el progresivo retiro de las FDI.
En el plano político, aseguró que trabaja en la reelección del presidente de la República, cargo vacante desde hace más de dos años, en programa en el Parlamento el próximo 9 de enero.
Garantizó a la población huida de las bombas israelíes que el partido participará en la reconstrucción de todo aquello que Israel destruyó.
Ya se habla de reconstrucción incluso más allá de las fronteras. El jefe del Comando Norte de las FDI, Ori Gordin, dijo a los alcaldes de las comunidades desplazadas en el norte de Israel que pueden empezar a reconstruir las ciudades dañadas por los ataques de Hezbolá.
"Las fuerzas están desplegadas en el sur del Líbano y estamos comprometidos a aplicar el acuerdo", garantizó.
El regreso al norte de los desplazados, que huyeron de los cohetes de Hezbolá después del 7 de octubre, fue uno de los objetivos declarados de la guerra de Israel en el Líbano. Gordin puntualizó que el ejército está trabajando para fortalecer las defensas en la frontera, incluso mediante la construcción de nuevos puestos de avanzada militares.
El propio Netanyahu ha dicho en repetidas ocasiones que Israel no aceptará más amenazas del Líbano y que intervendrá con dureza en caso de violaciones de la tregua. Una advertencia que se materializó por la tarde con un nuevo ataque aéreo israelí en el sur del País de los Cedros, donde las FDI afirman haber identificado y frustrado "las actividades terroristas y los movimientos de un lanzacohetes portátil de Hezbolá". Sin embargo, según los medios de Beirut, el ejército israelí también atacó a civiles que intentaban regresar a sus hogares, abrió fuego e hirió a dos personas.
Empero, la guerra no hace concesiones en el frente sur, con decenas de muertos más en los bombardeos de la Franja de Gaza, donde un acuerdo de alto el fuego y la liberación de los rehenes todavía parece lejano. Por su parte, Hamás atacó un autobús cerca de Hebrón, en Cisjordania, hiriendo al menos a ocho personas. (ANSA).
Nuevo raid israelí contra Hezbolá, la tregua pende de un hilo
"Israel no consiguió destruirnos", reivindició Naim Qassem.