El jefe del Kremlin, en efecto, hizo declaraciones al respecto, en un contexto en el cual el vínculo entre ambos países ha estado signado, por un lado, por los ataques del Ministerio de Asuntos Exteriores al gobierno de Roma, acusado de "rusofobia", y por el otro, por el antiguo amor por Italia que aún reside en muchos rusos.
"A pesar de lo que está sucediendo ahora, percibimos en la sociedad italiana una cierta simpatía por Rusia, al igual que la que tenemos por Italia", declaró el jefe del Kremlin durante la rueda de prensa de finales de año.
Y no podía faltar una referencia al fallecido expremier Silvio Berlusconi y sus relaciones, no sólo políticas sino también personales.
De hecho, cuando se le preguntó con quién se sentaría a tomar el té entre los políticos fallecidos, el presidente mencionó a "il Cavaliere", junto con el fallecido canciller alemán Helmut Kohl y el expresidente francés Jacques Chirac, quien murió el 2019.
"Líderes de los que aprendí mucho", afirmó el presidente ruso.
Pero dejó claro que un lugar especial en su corazón siempre está reservado para Berlusconi, a quien, con motivo de su muerte el año pasado, definió como "un querido amigo", hablando de una "pérdida irreparable".
Berlusconi era una persona "muy cálida en sus relaciones, muy trabajadora, muy tenaz", afirmó el jefe del Kremlin ante el público de periodistas y ciudadanos rusos representantes de diferentes regiones que asistieron a la rueda de prensa.
Además de ser, añadió, un político que "hizo mucho por el desarrollo de las relaciones entre Italia y Rusia".
Pero los tiempos cambiaron y, en consecuencia, los tonos oficiales.
Hace dos meses, el Ministerio de Asuntos Exteriores denunció la política "rusófoba" de las autoridades italianas, que habían negado los visados ;;a la delegación rusa que debía participar en el 75º International Astronautical Congress en Milán.
Y ya en enero de 2023, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, había expresado su "sorpresa" al "ver a Italia convertirse en uno de los líderes del frente antiruso".
Pero Putin siempre usó palabras diferentes.
"En Italia -afirmó el jefe del Kremlin el pasado mes de junio, durante una reunión con representantes de agencias de prensa internacionales - la rusofobia cavernícola no se está extendiendo, y lo tenemos en cuenta".
"Esperamos que cuando la situación en Ucrania comience a estabilizarse, podamos restablecer las relaciones con Italia, tal vez incluso más rápido que con otros países", añadió el presidente ruso. (ANSA).
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