(ANSA) - ROMA 27 ENE - Otra "fumata negra", la cuarta, en un clima de caos e incertidumbre creciente, mientras las negociaciones entre los partidos y en el interior de las coaliciones continúan apretadas.
Todos los esfuerzos que de momento parecen llevar al punto muerto, y los desacuerdos.
Relanzado por Matteo Salvini (líder de la Liga), el nombre del excanciller del gobierno de Silvio Berlusconi (Forza Italia, Fi) enfurece al Partido Democrático (Pd) y crea gran irritación en el ala dimaiana (por Luigi Di Maio) de los Cinco Estrellas (M5S) y la frialdad de Fi y Hermanos de Italia (Fdi).
También sube la presión sobre el nombre de Draghi, que habló con Berlusconi y vio a Antonio Tajani, coordinador de Fi, en el Palazzo Chigi. Una conversación "cordial" donde, sin embargo, se reiteró la posición de Forza Italia: "debe continuar su labor al frente del gobierno".
En definitiva, tras una noche de contactos cada vez más intensos, a pesar de los rumores de una solución cercana, ya de madrugada se entiende que ni siquiera hoy habría sido el día indicado para elegir un presidente.
La centroderecha se reúne a las 8.30 horas (7.30 GMT). Al llegar a la reunión Matteo Salvini rechaza tanto la hipótesis de Draghi como la de Casini con unas pocas palabras, retrasando muchos días la negociación. Luego, a pesar de la irritación de Giorgia Meloni (Hermanos de Italia, Fdi), se decide la abstención masiva, sólo para dar prueba de comunión. Y sucedió solo una vez en la historia, en 1992. Examen aprobado con éxito, dado que al final sobre los 453 los grandes electores de la coalición, casi todos, 441, rechazan el voto.
También por la mañana, otra cumbre de Pd-M5s y Libres e Iguales (Leu). "Es necesario -comentó el secretario general de los democráticos, Enrico Letta- que no haya ningún ganador o perdedor, todos debemos competir por una solución sin ganadores ni perdedores, si no salimos de esta lógica, creo que no lo lograremos".
Pero todavía está muy oscuro sobre los nombres, a pesar de que el quórum ahora se ha reducido a 505. Durante toda la jornada, los rumores sobre la candidatura de Elisabetta Belloni, muestra una posición de fuerte crecimiento. Y aquello sobre el eterno duelo Draghi-Casini, con la incógnita de una posible intervención para sorpresa del Cavaliere, que al final no llega.
Esta es la respuesta de la Cámara: el actual jefe de Estado Sergio Mattarella sube de los 125 votos del miércoles a 166. El magistrado Nino di Matteo, candidato de Alternativa está y por los ex M5s toma el lugar del jurista Maddalena, obteniendo 56 votos. Ocho votos para Luigi Manconi (Pd), 6 para la ministra Marta Cartabia (partido independiente), 5 para el primer Ministro Mario Draghi, 4 para Giuliano Amato (Pd), 3 para Casini y 2 para Belloni.
Los nulos fueron 5, los votos dispersos 20. Por la tarde, pasadas las 21 horas, otra cumbre de la centroderecha, al término de otra jornada de caos que culminó también con la ruptura flagrante de un eje, aquel de Matteo Salvini y Matteo Renzi (Italia Viva).
Un tándem en el que muchos confiaron podía ser el de solucionador. Una escisión no sólo política, sino también casi humana.
Salvini no frena su optimismo: "Mi objetivo es mantener unida a la centroderecha y tener unida a la mayoría. Confío en que mañana será un buen día", asegura el líder de la Liga Norte.
Renzi, por su parte, advirtió con severidad: "El espectáculo indecente de quienes confundieron la elección del Presidente de la República con las audiencias de Factor X (un concurso de televisión, NDR) prueba una sola cosa: los ciudadanos deben elegir directamente al Presidente. Están ridiculizando el momento más alto de la democracia parlamentaria". (ANSA).