Así lo revela su asesora, Lorrain de Saint Affrique, citada por la prensa local.
Saint Affrique afirmó que "las pruebas muestran que no hay ninguna amenaza inminente que haya sido identificada médicamente".
Le Pen, de 93 años, "está hospitalizado por precaución, no por observación", añadió, explicando que el padre de Marine Le Pen "probablemente estará en casa el sábado o el domingo".
El malestar, dijo Saint Affrique, se remonta a la noche del lunes, durante una cena en la casa Le Pen, en las afueras de París, cuando el anciano patriarca de la extrema derecha francesa perdió "la vista durante un minuto, un minuto y medio", antes de empezar a sentirse mejor de nuevo. (ANSA).
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