Política

Moscú acusa a Italia y a Gran Bretaña

Británicos cometieron "actos terroristas",italianos envían armas

Italia envió armas a Kiev para luchar contra los rusos (ANSA)

Redazione Ansa

(ANSA) - MOSCU, 02 NOV - Rusia lanzó hoy una serie de acusaciones contra Gran Bretaña e Italia, responsabilizando al gobierno británico de llevar adelante "actos terroristas", mientras que a los italianos de enviar armamento a las tropas ucranianas.
    El Kremlin apuntó contra Gran Bretaña afirmando que saboteó Nord Stream a finales de septiembre y la responsabiliza del ataque de la semana pasada a la base de la flota rusa del Mar Negro en Sebastopol, Crimea, por lo que ahora promete respuestas adecuadas.
    Rusia también cuestionó a Italia por una supuesta participación en los combates en Ucrania.
    En una entrevista con el canal de televisión Ovalmedia, relanzada por los canales sociales de la embajada rusa, el enviado de Moscú, Serghei Razov, no parece descartar que Roma haya enviado incluso a sus hombres a territorio ucraniano, en particular al Donbás.
    Pero luego la embajada precisó que el diplomático se refería al envío de "cañones utilizados para bombardear Donetsk, que también podrían ser de producción italiana", aunque no hay certeza, tampoco el de las personas.
    Las acusaciones de Moscú sobre el supuesto papel de Londres en los ataques a Nord Stream y Sebastopol son parte del "manual de distracción de la realidad" del Kremlin, respondió un portavoz del primer ministro británico, Rishi Sunak.
    Mientras que la UE calificó las declaraciones como "una acusación completamente infundada".
    En realidad, en Moscú incluso alguien se está conteniendo.
    El viceprimer ministro Alexander Novak subrayó que "todavía no hay documentos oficiales" sobre el sabotaje de Nord Stream 1 y 2 y la inspección a la cual Gazprom fue autorizada "aún está en curso".
    Pero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ya habla de posibles represalias.
    "Estas acciones -denunció- no se pueden dejar pasar.
    Obviamente, pensaremos en nuestros próximos pasos".
    Dmitri Medvedev, que volvió a evocar "la guerra mundial" y el posible uso del arma atómica, descartada la semana pasada por el presidente ruso, Vladimir Putin, dio su inevitable contribución a mantener alto el tono de los enfrentamientos verbales.
    "El objetivo de Kiev -dijo el expresidente en su cuenta de la red social Telegram- es la devolución de todos los territorios que antes le pertenecían. Esta es una amenaza a la existencia misma de nuestro Estado y una razón directa para la aplicación de la cláusula 19 de los Fundamentos de la política de la Federación Rusa en el campo de la disuasión nuclear".
    Las acusaciones rusas en Londres también se extienden a un supuesto papel de "asesores militares británicos" en el ataque de la semana pasada a Sebastopol, que provocó la salida de Rusia del acuerdo para la exportación de cereales desde los puertos ucranianos del Mar Negro mediado por Turquía.
    Para volver a entrar en el acuerdo, dijo el presidente Putin hablando por teléfono con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, Rusia pide que se investigue lo sucedido y que Kiev dé "garantías de seguridad".
    Es decir, garantizar que los corredores marítimos humanitarios utilizados hasta ahora para el transporte de granos no se utilicen para realizar atentados como aquel del pasado sábado. En cuanto a lo que respecta al terreno, los suministros de agua y electricidad se han restablecido, al menos en Kiev después de los últimos ataques rusos.
    Según fuentes ucranianas, el lunes las fuerzas de Moscú lanzaron 60 misiles y realizaron 15 ataques aéreos, con un saldo de cinco civiles muertos y nueve heridos.
    El ministro de Defensa ruso, Serghei Shoigu, dijo, en cambio, que se trataba de incursiones de alta precisión que les permitieron atacar de manera efectiva las infraestructuras militares, debilitando el potencial de las tropas ucranianas.
    Y el portavoz del ministerio, el general Igor Konashenkov, acusó a Kiev de "continuar con sus provocaciones" con el bombardeo en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso.
    El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, por su parte, informó haber mantenido una conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, con quien acordaría "decisiones específicas sobre el fortalecimiento de las capacidades de defensa de Ucrania" e "iniciativas específicas para restaurar la infraestructura energética", el 40% de las cuales habría sufrido "daños graves".
    Mientras que el portavoz de la Cancillería, Olek Nikolenko, pidió al G20 que expulse a Rusia porque Putin tiene "las manos manchadas de sangre". (ANSA).
   

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