Política

No es ironía de la historia que triunfe ultraderecha

50 años del Golpe demuestran que fue enormemente exitoso

Redazione Ansa

(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 15 MAG - El sociólogo Alberto Mayol afirmó a ANSA que "no es una ironía de la historia" que, a 50 años del Golpe de Estado, la ultraderecha se haya impuesto holgadamente en las elecciones del domingo 7 de mayo en Chile.
    El partido Republicano, que lidera el pinochetista José Antonio Kast, avasalló en los comicios donde conquistó 23 de los 50 consejeros que debatirán la nueva Constitución a partir de un borrador que les entregará una comisión de 24 expertos elegidos por el Congreso.
    "No hay un significado profundo en el sentido de las grandes ironías de la historia, los 50 años del Golpe vienen a demostrar que la obra naciente en ese golpe de estado fue muy exitosa, tan exitosa que sacarla no es simplemente un juego de niños", señaló el autor de "Estallido social 2019". Analizó que "el Golpe y la dictadura tuvieron una enorme eficacia política, no solamente hicieron un golpe exitoso, una dictadura exitosa, sino que finalizó (1990), adquirió nombre propio, se legalizó en manos de la misma oposición que la reconoce como tal, lo que no digo sea un error, sino que es un hecho".
    Para el politólogo, la dictadura "refundó el proceso institucional chileno y sobredeterminó la dimensión potencial de la post dictadura".
    Apuntó que, en ese contexto, el proceso 2011 -cuando cristalizan las movilizaciones estudiantiles por educación pública, gratuita y de calidad- hasta 2019 es un contragolpe institucional que hoy está viviendo su fracaso" pues "la dictadura consolida el proceso político más exitoso de la historia de los últimos 150 años".
    "Yo creo que probablemente desde 1850 no hay algo tan denso en influencia, espeso en restructuración política. El proceso que va entre 1830 y 1850 configura gran parte de la institucionalidad de Chile, es un proceso que pesa mucho, que todavía tiene fuelle", prosiguió.
    Añadió que el Golpe de 1973, "viene a generar una modificación importante a ese proyecto, un giro parcial -no total- un cambio en la estructura de poder de las elites, pero con las mismas elites en un cierto orden, y ese giro se consolida en su poderío político, más no en su legitimidad, en este proceso".
    Mayol concluyó que hoy "los sectores disidentes demuestran su vulnerabilidad, su incapacidad, su pobreza estratégica. No hay un significado profundo". (ANSA).
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