(ANSA) - BUENOS AIRES, por Alejandro Di Giacomo - Javier Milei, un excéntrico ultra liberal y "outsider" de la política, dio una impactante sorpresa en las elecciones Primarias Abiertas Obligatorias y Simultáneas (PASO) de hoy en Argentina, al ser el precandidato más votado para la elección presidencial de octubre.
Con El 80,26% de los votos escrutados, Milei cosechaba el 31,09% de las preferencias, por encima de la coalición opositora Juntos por el Cambio que quedaba con 27,97%; mientras la oficialista Unión por la Patria se instalaba en tercer lugar con 26,58%.
Se trata, según los analistas, de casi un triple empate técnico, que deja abiertas todas las posibilidades y que parece acuñar la gran posibilidad de un balotaje presidencial.
Argentina sigue en la incertidumbre política, que acrecienta la inestabilidad económica.
No parece ser un gran resultado para la alianza opositora -Milei se impuso en 16 de 24 provincias (estados o distritos)- pues ante un oficialismo vacilante, en medio de una feroz inflación, con la cotización del dólar disparado y casi un 40% de la población sumergida en la pobreza, casi igualó votos con los postulantes del gobierno.
Juntos por el Cambio (de centro derecha) mostraba a la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich (16,97%) vencedora de la interna presidencial de esa fuerza sobre Horacio Rodríguez Larreta (11,01%), alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, donde emergía como su potencial sucesor Jorge Macri, primo del ex presidente Mauricio Macri.
El precandidato presidencial del oficialismo y actual ministro de Economía, Sergio Massa, cosechaba el 21,14%, y su oponente en la interna de la coalición Unión por la Patria, Juan Grabois, el 5,50%,.
El escenario es muy distinto al de las PASO anteriores, las de 2019, cuando el hoy presidente Alberto Fernández (peronismo, centro izquierda) le sacó una diferencia de 15 puntos (47,3% contra 32,2%) a Mauricio Macri (presidente en busca de la reelección, centro derecha), lo que mostró a una sociedad políticamente agrupada en dos polos.
Ahora, ingresa en el escenario un tercer jugador (los tres tercios de los que supo hablar la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner), Milei, quien reniega de lo que llama "la casta política" y canaliza frustraciones, decepciones y broncas del electorado.
Es una situación similar a la crisis del 2001, que terminó con la caída del presidente Fernando De La Rúa y un default, cuando en las calles los manifestantes gritaban "que se vayan todos".
El desencanto con el gobierno de Macri y luego con el de Alberto Fernández parecen haber desatado un enorme e inesperado respaldo por Milei. Voto de enojo, voto de apuesta a alguien que nunca gobernó.
Así, tras estas PASO, la Argentina enarbola muchas más incertidumbres de cara a las presidenciales del 22 de octubre y muchos temen con lo que pueda pasar en el plano económico.
Puede dispararse el dólar a niveles impensados, la inflación amenaza también con volverse más galáctica (hasta hoy se proyectaba un 120% anual) y, de hecho, el sistema de bancos privados tomó recaudos el viernes en caso de una eventual corrida de depósitos en pesos hacia la moneda estadounidense este lunes.
Tampoco desde el Fondo Monetario Internacional deben estar viendo con tranquilidad el sorprendente avance de Milei, en un escenario que hasta hace poco parecía onírico, pero que coloca a un personaje de ideas estrafalarias (cerrar el banco central, dolarizar la economía o cerrar los ministerios de Salud y educación) con chances de entrar a un balotaje presidencial.
"Argentina nunca toca fondo, siempre está cayendo", graficó alguna vez el notable y ácido escritor Jorge Luis Borges. La reacción de los mercados este lunes, puede dar una nueva bofetada a un país desencajado. (ANSA).
Un "outsider", el más votado en primarias
Voto castigo tanto a la oposición como al oficialismo