Más de once mil menores solos llegaron a Italia

(ANSA) - ROMA - Un total de 127.000 personas cruzaron el Mediterráneo para llegar a Italia entre enero y mediados de septiembre de 2023: más de 11.600 eran menores no acompañados, la mayoría de entre 15 y 17 años, aunque ha crecido el número de menores de 14 años.
    Esta cifra ha aumentado un 60% en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando cruzaron la frontera unos 7.200 menores no acompañados o separados.
    Estas son las cifras facilitadas por Unicef, que ayer mismo llevó a cabo una misión en Lampedusa, donde el número de llegadas alcanzó su punto álgido este mes: 4.800 personas en un solo día.
    Es un boletín de guerra el número de migrantes muertos o desaparecidos durante el verano publicado por Unicef: 999, incluidos niños, lo que supone un aumento del 200%.
    Esta cifra se ha triplicado desde el año pasado, cuando "al menos 334 personas perdieron la vida. "El mar Mediterráneo se ha convertido en un cementerio de niños", denunció la agencia de la ONU para la infancia, que advirtió que los naufragios sin supervivientes son muchos más y que se subestima el número de víctimas.
    Para Unicef, actualmente hay más de 21.700 menores solos en los centros de acogida italianos, "que se distribuirán en más de 700 municipios. No me parece una situación tan preocupante", explica Andrea Iacomini, portavoz de Unicef Italia, "serían tres niños por municipio. Si entonces fuera posible reforzar el acogimiento familiar temporal, la situación se aligeraría'.
    Unicef pide a los gobiernos que "proporcionen vías más seguras y legales para las solicitudes de asilo", pero también que garanticen que los niños "no sean retenidos en instalaciones cerradas" y que "coordinen las operaciones de búsqueda y rescate" para garantizar el desembarco "en lugares seguros".
    Según el fondo de la ONU, el debate en curso entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE sobre el Pacto Europeo sobre Migración y Asilo representa "una oportunidad inmediata para afirmar y apoyar los principios clave de la protección de la infancia y desarrollar políticas que aborden las múltiples violaciones de los derechos de los niños en los países de salida, tránsito y llegada".
    En cuanto a la situación italiana sobre los menores solos, y en particular el decreto de inmigración, Unicef tiene dos preocupaciones: la promiscuidad con los adultos y el riesgo de invasión médica para verificar la edad.
    Los niños no pueden estar con adultos 90 días", argumentó el portavoz, "pero en nuestra opinión ni siquiera un día. Esperamos que se reconsidere esta medida". Independientemente de las dudas, "deben aplicarse los mecanismos disciplinarios existentes sobre verificación de la edad". (ANSA).