(ANSA) - BUENOS AIRES, por Alejandro Di Giacomo - Más de 35 millones de argentinos irán este domingo a las urnas para elegir presidente en un contexto de angustiante incertidumbre con tres de cinco postulantes con chance cierta, separados por 6 a 4 puntos, en medio de un alto porcentaje de desencantados acorralados por una crisis económica brutal.
Los analistas no descartan "un cisne negro" o varios al mismo tiempo, como lo fue el ultra liberal outsider Javier Milei (La Libertad Avanza), el más votado en las internas simultáneas (PASO), quien rompió todos los pronósticos con el 30,4% de las preferencias.
Pero los últimos sondeos antes de la veda electoral, mostraron una recuperación de Sergio Massa (Unión por la Patria), el candidato del oficialismo y ministro de Economía, quien estaría encaramándose en el segundo lugar por encima de Patricia Bullrich (Juntos por el cambio), en ligera caída.
No obstante, otras encuestas dan a Bullrich segunda por menos de dos puntos sobre Massa, a quien incluso algunas consultas de opinión colocan en primer lugar, superando a Milei que quedaría segundo. es en realidad, un triple empate técnico.
Solo un dato emerge con relativa fiabilidad, todas las encuestas coinciden en que habrá balotaje (19 de noviembre).
Ninguno de los candidatos llega al 45% o el 40% sumado a una diferencia de 10 puntos con respecto al segundo para ganar en primera vuelta. Si eso ocurriera, habrá "un cisne negro".
Ningún trabajo de campo da una victoria en primera vuelta y también coinciden en que los otros candidatos, Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País, centro) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda) no tienen posibilidad debido a su bajo caudal en la intención de voto.
No obstante, en medio de tanta incertidumbre, con un porcentual de indecisos que oscilan entre un 10 y 12 % y una gran franja que no fue a votar en las PASO (31%, más de 5 millones de personas), esos dos grupos pueden convertirse en decisivos.
Sobre los indecisos no hay muchas precisiones. Los encuestadores no saben si se trata de electores que aún no decidieron a quién votar o simplemente se trata de personas que no irán a las urnas.
Y los que no votaron en las PASO podrían seguir en casa este domingo o bien inclinarse por cualquiera de los tres en carrera. Habiendo márgenes tan estrechos entre Milei, Massa y Bullrich, cualquier tendencia en estos segmentos pueden ser decisiva y en esto radica también la posibilidad de una sorpresa.
Lo que reflejen las urnas no es la única incertidumbre. En una economía con el 138% de inflación anual y con la cotización del dólar por momentos descontrolada, lo que ocurra en los mercados el lunes post electoral también es una ruleta rusa, capaz de aniquilar aún más el bolsillo de los argentinos.
Otra acechanza es lo que ocurrirá con la economía y las acciones de gobierno hasta llegar a mediados de noviembre y atravesar el balotaje, si se plasma una segunda vuelta.
Tampoco sobre el futuro de Argentina en el contexto regional y mundial nadie se atreve a hacer pronósticos.
Milei propone un país dolarizado, sin Banco Central y con la mirada puesta en Estados Unidos e Israel. Massa alienta un estado "muy presente" con vínculos con los BRICS, especialmente con China, y un Mercosur enlazado con la UE pero "sin condicionamientos". Y Bullrich habla de una economía bimonetaria, un estado menos presente con mayor espacio para el sector privado y con asociación con las potencias Occidentales. La pregunta aún sin respuesta y que se definirá en las urnas, en definitiva, es: cuál será la Argentina del año próximo?. (ANSA).