(ANSA) - ROMA, Por Barbara Marchegiani - Los dos principales sindicatos italianos, la Confederación General Italiana del Trabajo (Cgil) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL) confirmaron hoy la huelga general del 17 de noviembre contra el gobierno de Giorgia Meloni, mientras el ministro de Infraestructura y Transporte, Matteo Salvini, intervino reduciendo el cese de actividades de 8 a 4 horas, de 9 a 13.
Pero esta medida de Salvini, que afectará al transporte, a la salud y al servicio de correo, provocó aún más enojo en los sindicatos.
La huelga se propone generar cambios en el presupuesto del gobierno, que a nivel nacional afecta además al empleo público.
La medida judicial "es un acto político muy grave", responde el número uno de la CGIL, Maurizio Landini, que subraya el "silencio ensordecedor" de la premier Meloni, que -afirmó- podría intervenir para frenar la iniciativa, como ya ocurrió en 2014. Y como afirma el líder de la UIL, Pierpaolo Bombardieri: "es un ataque al derecho de huelga".
Queda fuera de la protesta el transporte aéreo, que los dos sindicatos ya habían excluido tras las observaciones de la Comisión de Garantía. En cambio, la abstención nacional de ocho horas se mantiene para los demás sectores: función pública, sanidad, escuela, universidad e investigación, servicios postales; cuatro horas también para los bomberos. Con ellos, se cruzarán de brazos las demás categorías de las regiones centrales.
Así pues, es un nuevo día de golpes y misivas. Primero llega la carta en la que el Ministerio de Infraestructura y Transporte (MIT) pide a la CGIL y a la UIL que revisen la movilización, luego los sindicatos responden confirmando los motivos de la huelga, que siguen considerando general y regular a modo de proclama.
Salvini convoca entonces la reunión en el MIT: no van Landini y Bombardieri, sino los secretarios confederales. Nadie se mueve de sus posiciones.
Ya por la mañana, Salvini había asegurado su intención de aplicar "todo lo que la ley" consiente "para permitir el derecho a la movilidad al trabajo, al estudio, a la salud, a 60 millones de italianos. Y si Landini se ofende y me ofende, lo siento por a él". Y sobre la ausencia en el MIT se suma el senador de la Liga Claudio Borghi: "¿Ya estás ocupado con el fin de semana largo?".
Los sindicatos contraatacan. "No existe ninguna razón objetiva o urgente que motive" la medida judicial, afirma Landini: se trata de "un ataque explícito al derecho de huelga".
Y, para él, cuestionar este derecho "significa cuestionar la democracia". En la misma línea Bombardieri: "Estamos avanzando, en el derecho de huelga no estamos dispuestos a dejarnos intimidar por nadie", afirma, sosteniendo que los ataques de Salvini son "ataques fuera de lugar".
"No nos detendrán con un precepto, estamos sólo en el principio, no queremos simplemente cambiar esta estúpida ley de presupuesto, queremos que las reformas se hagan a partir de la fiscal", subrayó Landini.
El llamado precepto en Italia es una medida cautelar con la que la autoridad competente impone el fin de una huelga. La disposición fue introducida en el país por ley del 12 de junio de 1990, n. 146, modificada por ley de 11 de abril de 2000.
La Comisión de Garantía es la autoridad que debe decidir la aplicación, cuyo objetivo es conciliar el ejercicio del derecho de huelga con los derechos de la persona garantizados constitucionalmente: a la vida, a la salud, a la libertad y a la seguridad, a la libertad de circulación, a la asistencia y a la seguridad social, educación y libertad de comunicación, definidos como esenciales.
Por su parte, vuelven a acusar a la comisión de garantía ("es complaciente" con el gobierno). Mañana por la tarde darán una conferencia de prensa.
Los sindicatos tienen "total legitimidad" para hacer huelga, interviene también el Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, pero se muestra dispuesto a defender la medida: afirma que se trata de un gobierno que "no vela por los intereses de los asalariados, esta crítica realmente no", respondió.
El caso se vuelve político. Y tras la resolución de la Comisión de Garantía, la cuestión llega también al Parlamento.
El Partido Demócrata solicita una audiencia en la comisión de la Cámara. Luego la decisión: la presidenta de la Comisión de Garantía de Huelga, Paola Bellocchi, será escuchada mañana por la mañana en las comisiones mixtas de Transporte y Trabajo de Montecitorio.
"El linchamiento es innoble" a la Comisión de Garantía de las huelgas, responden los diputados de la Liga en el Comité Laboral de la Cámara. En cambio, para el M5, el gobierno "hace todo lo posible para no hablar de los motivos" de la huelga y no da "respuestas", afirmó el líder del grupo en la Cámara, Francesco Silvestri.
"Ya es suficiente", es el lema con el que la CGIL y la UIL se preparan para acudir a la Piazza del Popolo el viernes en Roma, coincidiendo con la huelga: "Aumentar los salarios, ampliar los derechos y oponerse a una ley presupuestaria que no detenga el dramático empobrecimiento de trabajadores y trabajadoras, jubilados y pensionados y no ofrece futuro a los jóvenes". (ANSA).
Los sindicatos confirman una huelga general
Salvini interviene y reduce las horas. Landini: "Meloni intervenga"