Política

Arde Medio Oriente, Hezbolá lanza su amenaza

Nasrallah acusa a Israel: "si ataca, combatiremos sin reglas"

Redazione Ansa

(ANSA) - BEIRUT - "El crimen de Israel en el Líbano no quedará impune". El ataque selectivo que mató al número dos de Hamás el martes en Beirut inflama las mentes de los enemigos de Israel, y el riesgo de una escalada regional del actual conflicto en Gaza se vuelve cada vez más alto.
    Empezando por el líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, que en un discurso muy esperado advirtió que "la resistencia está más preparada que nunca" y amenazó a Israel: "Si piensa en librar una guerra contra el Líbano, nuestra lucha será sin límites y sin reglas. Llegaremos hasta el final", avisó, apareciendo como de costumbre en un vídeo desde un lugar no revelado.
    La ira por el asesinato de Arouri se extendió rápidamente fuera del Líbano. Irán, que se enfrenta a un sangriento ataque en el aniversario de la muerte del general Qasem Soleimani, garantiza "una respuesta adecuada del frente de resistencia a los criminales estadounidenses y sus aliados".
    En Cisjordania (Arouri era originario de un pueblo cercano a Ramalá), los partidarios de Hamás iniciaron protestas y huelgas, y la propia facción palestina reiteró que el asesinato solo aumenta la determinación "en la lucha contra Israel" que "aún continúa". El asunto también ha congelado las esperanzas de un rápido acuerdo para la liberación de los rehenes israelíes todavía cautivos en Gaza: Egipto ha retirado su papel de mediador en las negociaciones, mientras que Qatar, que acoge en Doha al líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, guarda silencio por el momento.
    Por su parte, Israel no ha reivindicado abiertamente el asesinato de Arouri, pero el jefe del Mossad, David Barnea, reiteró que todos los responsables de la masacre del 7 de octubre serán eliminados. Y el jefe del Estado Mayor del ejército, Herzl Halevi, de visita en la frontera con el Líbano, advirtió que la preparación militar en el norte "es extremadamente fuerte". "El año que viene, mantendremos un gran número de soldados a lo largo de la frontera", afirmó.
    Con la esperanza de no ver al Líbano -que ya se enfrenta a una devastadora crisis económica- involucrado en un conflicto regional, el ministro de Asuntos Exteriores de Beirut, Abdallah Bou Habib, instó a Hezbolá a "no responder solo y dialogar" con el gobierno.
    "Estamos muy preocupados. Los libaneses no quieren ser arrastrados, Hezbolá tampoco quiere verse arrastrado a una guerra regional", añadió a la BBC. De hecho, desde el 7 de octubre, Nasrallah se muestra reacio a implicar al Partido de Dios en la guerra entre Hamás e Israel: más allá de las acusaciones y de la retórica grandilocuente, el líder del movimiento chiita libanés quiso aclarar una vez más que "las organizaciones del frente de resistencia anti-israelí (en Líbano, Palestina, Irán, Yemen e Irak) "se consultan entre sí, pero luego cada uno decide y actúa según los intereses de sus propios países".
    "Una escalada del conflicto no beneficia a nadie", afirmó Washington, y Turquía cree que "los israelíes están haciendo esfuerzos para intentar no ir a la guerra con el Líbano": la alternativa, comentó el Ministro de Asuntos Exteriores de Ankara, Hakan Fidan, "sería un callejón sin salida, la guerra no terminaría".
    La FPNUL, la fuerza policial de la ONU en la frontera entre Líbano e Israel, también expresó su "profunda preocupación por cualquier posible escalada con consecuencias devastadoras para las personas a ambos lados de la Línea Azul". Incluso en las últimas horas no han faltado los lanzamientos de cohetes desde territorio libanés hacia el norte de Israel y la respuesta de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), por otro. Y temiendo un empeoramiento de la situación entre los dos países, Alemania instó a sus ciudadanos a abandonar el Líbano "lo antes posible".
    Mientras tanto, continúan los ataques de los hutíes yemeníes contra barcos comerciales que transitan por el Mar Rojo, el último contra un carguero con destino a Israel en el estrecho de Bab el-Mandeb. "Cualquier ataque estadounidense no quedará sin respuesta ni castigo", afirmó el portavoz del grupo pro iraní.
    La coalición occidental anti-hutíes condenó los ataques "ilegales" y pidió "la liberación de los barcos y de sus tripulaciones". "Los hutíes serán responsables de las consecuencias si continúan amenazando vidas humanas, la economía mundial y el libre flujo del comercio", advirtieron los gobiernos de la coalición, de la que también forma parte Italia.
    (ANSA).
   

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