Política

"Caso en La Haya es el caso Drayfus del siglo XXI"

Francia dividida sobre el capitán judío a finales del siglo XIX

Redazione Ansa

(ANSA) - PARIS, 11 GEN - El caso Dreyfus, evocado hoy por el ex primer ministro israelí Naftali Bennett para estigmatizar los cargos presentados contra Israel en La Haya, es la página más oscura de la Tercera República en Francia. Fue un escándalo judicial, con un proceso construido sobre pruebas falsas y con el telón de fondo del fuerte antisemitismo que impregnaba la sociedad de la época.
    Todo comenzó en septiembre de 1894 con el descubrimiento, en una cesta de la embajada alemana en París, de una carta dirigida al agregado militar alemán, Max von Schwartkoppen.
    Se interpreta como un mensaje de un oficial francés que proporciona informaciones secretas a las autoridades alemanas sobre los cañones probados por el ejército francés.
    El comandante de los servicios, Henry, abre una investigación.
    El 15 de octubre, el capitán Dreyfus, de 35 años, es arrestado tras una comparación caligráfica incompleta. El 22 de diciembre, el Consejo de Guerra lo condena a cadena perpetua en la Isla del Diablo, temida colonia penal situada frente a Cayena, en la Guayana Francesa.
    Dreyfus clama su inocencia, pero en Francia surge una ola de antisemitismo, los periódicos de derechas se desbordan y el joven oficial es presentado como el emblema de la responsabilidad de los 'juifs' por los males del país.
    Especialmente en los años que siguieron a la derrota de Francia en la guerra contra Prusia y la consiguiente cesión de Alsacia a los alemanes, la figura de un oficial judío de habla alemana parece encarnar al perfecto culpable de alta traición.
    Las primeras dudas sobre la culpabilidad surgen cuando el oficial George Picquart, en 1896, intercepta una correspondencia entre el coronel alemán von Scwartzkoppen y el comandante francés Esterhazy, cuya letra es similar a aquella del documento que está en el origen del caso Dreyfus.
    La justicia no sigue su curso, pero surge en la conciencia social la sospecha de que estamos en presencia de una invención sensacionalista.
    Los intelectuales se implicaron en el asunto, y Emile Zola publicó en Aurore una carta abierta titulada "J'accuse", en la que apunta con el dedo al gobierno y a los militares por "lesa humanidad" y "lesa justicia".
    Un mes más tarde, Zola fue condenado a un año de prisión y durante el juicio estallaron disturbios en París y muchas ciudades de provincia.
    El 5 de julio de 1898, la esposa de Dreyfus, Lucie, exige la anulación del proceso de su marido después de que el ministerio de la Guerra descubriera una falsificación en el expediente instruido por el comandante Henry.
    Detenido, el gran acusador de Dreyfus confiesa todo y luego se suicida en prisión.
    El nuevo juicio de 1899, viciado por evidentes irregularidades, confirma la culpabilidad de Dreyfus, pero le concede circunstancias atenuantes y un descuento de 10 años.
    Agotado, Dreyfus acepta renunciar a la Casación a cambio de un indulto presidencial.
    La rehabilitación solo llegaría, con la anulación del juicio original por la Casación, en 1906. (ANSA).
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