(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 15 GEN - Las bandas criminales de
Ecuador siguen las mismas estrategias de sus socios mexicanos al
desafiar al gobierno de Quito, pese a que no necesariamente
mantienen un vínculo orgánico, sino acuerdos típicos de las
empresas criminales para el trasiego de droga y de armas, entre
otras actividades.
De acuerdo con expertos mexicanos, las organizaciones
delincuenciales ecuatorianas actúan como una especie de
"franquicias" que les permiten usar métodos y nombres de los
grupos mafiosos hegemónicos de este país y usar sus mismos
modelos de negocios, aunque sin estar subordinados entre sí.
En el caso de las acciones desestabilizadoras contra el
gobierno del presidente Daniel Noboa, que asumió en noviembre
pasado y la semana anterior designó el martes pasado a 22 bandas
delictivas como organizaciones terroristas, convirtiéndolas en
objetivos militares oficiales, los grupos criminales de ese país
reaccionaron conforme al "estilo mexicano".
Las escenas tipo Hollywood de autos incendiados, amenazas
a universidades y asaltos a comercios se han vivido con relativa
frecuencia en los años recientes en México en varias ciudades,
cuando el gobierno realiza una detención de algún jefe mafioso
de alto perfil.
Así sucedió por ejemplo en Culiacán, el 17 de octubre de
2019, cuando el Ejército intentó detener a Ovidio Guzmán, hijo
de Joaquín "El Chapo" Guzmán, el extraditado y después condenado
líder máximo del Cártel de Sinaloa, que desató un caos en esa
urbe, capital del estado norteño del mismo nombre.
Ante la feroz resistencia de hombres armados al servicio
de Ovidio, que arrojó al menos 30 muertos, entre ellos 10
militares, el gobierno tuvo que dejar libre otra vez a Guzmán
cuando ya lo tenían prácticamente listo para llevarlo a una
prisión de alta seguridad.
"No puede valer más la captura de un delincuente que la
vida de las personas", explicó entonces el presidente Andrés
Manuel López Obrador, que se vio envuelto en una oleada de
críticas y tuvo que explicar que los delincuentes tomaron como
rehenes a una veintena de soldados y rodearon un complejo
habitacional castrense amenazando con atacarlo.
"Estamos hablando de casi el inicio de una guerra. no se
puede apagar el fuego con el fuego y no se trata de masacres",
afirmó el mandatario, acusado de actuar en forma "precipitada".
A la postre, Ovidio fue extraditado a Estados Unidos el
15 de septiembre pasado, luego de ser detenido el 5 de enero
previo con una estrategia mejor planificada.
Ese fue el modelo que sirvió para que las bandas
criminales mexicanas comenzaran a usar para poner en jaque a las
autoridades en futuras acciones de las fuerzas del orden y ahora
los grupos ecuatorianos "están copiando la estrategia de los
cárteles mexicanos", afirmó Gerardo Rodríguez, profesor de la
Universidad de las Américas.
El experto en temas de gobernanza global y seguridad de
este ateneo privado, con sede en el estado de Puebla, vecino a
la capital, señaló que bandas como "Los Choneros", que se dicen
tienen nexos con el Cártel de Sinaloa, lanzaron "una acción de
violencia preventiva" para evitar que el gobierno de Noboa los
tomara por sorpresa.
Sin embargo, otro experto en seguridad, David Saucedo,
afirmó que los grupos mexicanos no están detrás de la violencia
en Ecuador, donde las bandas están yendo todavía más lejos, pues
"ningún cártel mexicano se ha atrevido a hacer este tipo de
actos de terror", como el de la ocupación de una estación
televisiva en Guayaquil. (ANSA).
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Violencia mafiosa en estilo mexicano
Bandas siguen mismas estrategias al desafiar a gobierno de Quito