(ANSA) - BUENOS AIRES 24 ENE - "La Argentina no se vende. La
patria no se vende". Miles llegaron hoy a la Plaza del Congreso
de Buenos Aires, gritando, cantando, con el resonar de trompetas
y redobles de tambores el día de la primera huelga general
contra las medidas económicas y laborales del gobierno de Javier
Milei.
A 45 días de asumir, el presidente ultraliberal enfrentó
el primer paro en su contra, decretado por la Confederación
General del Trabajo (CGT) y que incluyó una masiva manifestación
de trabajadores frente al Congreso, con duros discursos de los
sindicalistas.
Los organizadores hablaron de entre 80 mil y 100 mil
manifestantes presentes, la policía de la Ciudad de Buenos Aires
evitó dar ese tipo de precisiones. Pero la concentración fue
multitudinaria y cargada de bronca contra las medidas de brusco
cambio que instrumenta el Gobierno.
Banderas de las principales organizaciones sindicales y
las siglas del progresismo peronista, desde las de la
Confederación General del Trabajo (CGT) la primera en convocar
la movilización, hasta las de Cámpora (izquierda kirchnerista)
se agitaron en la marcha, a lo largo de la arteria 9 de Julio y
la Avenida de Mayo, para decir no al mega Decreto de Necesidad y
Urgencia (DNU) sobre desregulación, que entró en vigor a finales
de diciembre y que con sus 300 artículos modifica algunas normas
laborales e, incluso, establece límites al derecho de huelga.
Pero también hubo protestas contra las medidas contenidas en
el proyecto de ley ómnibus, que entre otros temas trata sobre la
privatización de empresas estatales y superpoderes para el
presidente de Argentina. Un proyecto regulatorio sobre el que de
la noche a la mañana, tras una larga maratón de negociaciones,
el Ejecutivo logró cerrar un primer acuerdo débil, dejando al
menos 150 de los más de 640 puntos sobre la mesa, empezando por
la renuncia a la venta del gigante energético YPF.
En el acto, no faltaron advertencias para los legisladores.
Pablo Moyano, del poderoso sindicato de camioneros, dijo que
mañana (día que se tratará en el parlamento la ley ómnibus)
"están ante una decisión histórica para que digan si están con
los trabajadores o con las corporaciones que avalan este modelo
económico que lleva adelante el presidente Milei". "No
traicionen a los trabajadores", advirtió.
"Una cosa es andar con una motosierra y otra gobernar",
comentó otro sindicalista, Héctor Daer, de la Federación de
Asociaciones de Trabajadores de la Salud de Argentina, miembro
de la CGT. Durante el acto, entre los diversos apoyos al paro,
la multitud recibió con una ovación la de las Madres de Plaza de
Mayo.
Las columnas de trabajadores marcharon en orden y sin
altercados por las calles de la capital. Miles de ellos llegaron
desde la populosa provincia de Buenos Aires y de otros polos más
lejanos como La Plata. Citas similares se repitieron en otros
puntos del país.
El cese de actividades comenzó al mediodía de este
miércoles, con una peculiar modalidad en el transporte (trenes,
el metro y buses), que paralizó sus servicios a partir de las
19, hora local.
Fuerte impacto tuvo la medida en el transporte aéreo. Se
cancelaron 295 vuelos y se reprogramaron otros 26, afectando a
más de 20 mil pasajeros, según la agencia de noticias estatal
Télam.
Los que participan del paro general "son un mínimo" en
comparación con los que están trabajando", afirmó la ministra de
Seguridad, Patricia Bullrich, que calificó de "mafiosos" a los
dirigentes sindicales.
"Sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza, jueces
cómplices y políticos corruptos, todos defendiendo sus
privilegios, resistiendo el cambio que decidió la sociedad
democráticamente y que lidera con determinación el presidente
Milei", escribió la funcionaria en su cuenta personal de la red
social X (ex Twitter). (ANSA).
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Huelga y masiva manifestación ante Congreso
Gremios contra mega reformas a 45 días de gobierno de Milei