(ANSA) - TEL AVIV, por Aldo Baquis - Entre las más sofisticadas del mundo, las defensas aéreas de Israel también parece tener un punto débil que está causando una creciente preocupación entre los responsables de la seguridad.
La nueva amenaza que se avecina en el horizonte son los drones suicidas, que plantean problemas a los radares porque se mueven a una velocidad relativamente reducida, vuelan a baja altura y son capaces de alcanzar el objetivo con la máxima precisión.
En las últimas semanas, escribió el diario económico Calcalist, del Grupo Yediot Ahronot, dos drones de Hezbolá del Líbano dieron una señal de alarma.
Uno explotó en el pueblo fronterizo de Margaliot en el Alto Galilea, causando la muerte de un soldado, y el otro golpeó la sede del mando militar de la región norte. Quien consiga maniobrar un solo dron suicida puede, en teoría, lanzar enjambres de docenas de drones. Y un ataque simultáneo, afirmó el periódico, representaría un peligro considerable para las centrales eléctricas y otras infraestructuras de emergencia en Israel, así como para las bases militares y las zonas de concentración de tropas.
Israel, escribe Calcalist, estudió la dinámica de un ataque con drones ocurrido en 2019 contra Aramco en Arabia Saudita, así como acontecimientos similares que aún están en curso en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con Teherán apoyando al Hezbolá libanés, uno de los modelos considerados más insidiosos es el Shahed 136, de producción iraní, utilizado constantemente por Moscú para atacar en territorio ucraniano.
Con la escalada en la frontera norte con Hezbolá, Israel debe tener en cuenta la posibilidad de que este tipo de ataque pueda ocurrir en poco tiempo y - según Calcalist - ya se comprometió a adquirir contramedidas: comprando tecnologías ya existentes y buscando poner a punto nuevos.
Los esfuerzos, según el periódico, se orientan en varias direcciones. Uno de ellos implica intentar interferir y alterar las frecuencias de transmisión utilizadas por los drones.
Otro se refiere al esfuerzo por localizar enjambres ofensivos mientras aún están lejos de su objetivo y neutralizarlos utilizando los cañones Typhoon y Mini-Typhoon controlados remotamente de la compañía israelí Rafael.
Mientras tanto, Elbit y la industria aérea israelí también están intentando poner a punto nuevos sistemas de defensa, temiendo, concluye el periódico, que se les acabe el tiempo.
(ANSA).
Drones suicidas desde Líbano, nueva amenaza para Israel
Logran escapar de radares, el Estado judío estudia contramedidas