Esto está generando otro choque entre el gobierno de Joe Biden y el de Benjamín Netanyahu a causa de la operación militar que el Estado judío -fallidas hasta ahora las negociaciones con Hamás para la liberación de más de 130 rehenes que aún se encuentran en Gaza- está preparando para lanzar hacia la ciudad del sur de la Franja, cerca de Egipto.
"Cualquier operación importante en Rafah ahora", con más de un millón de palestinos refugiados allí, "sería un desastre y no la apoyaríamos. Sin una planificación adecuada, no la apoyaríamos", afirmó sin rodeos el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, y el vocero adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, el día después de que otra misión de Antony Blinken a la región terminara en un frustrante punto muerto.
Y Patel añadió que Washington "aún no vio evidencia de una planificación seria para tal operación". Mientras que la inteligencia estadounidense -a pesar de que Netanyahu afirma que la victoria total y la destrucción de Hamás está a un paso de distancia- informó al Congreso que Israel efectivamente debilitó las capacidades de la facción islámica, pero no está ni cerca de su eliminación.
Los funcionarios estadounidenses, como informó el diario New York Times, plantearon dudas sobre si la destrucción de Hamás es "un objetivo realista".
Sin embargo, desde hace días Israel intensifica sus incursiones en Rafah en vista de la operación terrestre anunciada por Netanyahu tras rechazar las peticiones "inadmisibles" de Hamás para la liberación de los secuestrados.
El miércoles por la noche, según Wafa, "al menos 14 personas y decenas más resultaron heridas" en una de estas redadas.
Rafah está justo al sur de Khan Yunis, uno de los principales bastiones de Hamás en la Franja, donde desde hace días se desarrollan combates cuerpo a cuerpo entre soldados y milicianos de la facción islámica.
A poca distancia de la frontera egipcia, la ciudad con su cruce es el punto de entrada fundamental de la ayuda humanitaria destinada a la población de Gaza, que se desplazó en masa desde el norte y el centro hacia la última ciudad de la Franja.
Pero Rafah también es importante desde el punto de vista militar: el portavoz israelí subrayó que desde allí se lanzaron varias ráfagas de cohetes hacia el centro de Israel, incluido Tel Aviv; y por la ciudad serpentea el llamado "Corredor Filadelfia", una franja de tierra paralela a Egipto bajo la cual discurren túneles que permiten cruzar la frontera, a menudo utilizada para el contrabando de armas. Egipto, invocando el Tratado de Paz de 1979 entre ambos países, advirtió a Israel de no ir en esa dirección y reforzó las estructuras de separación, también con el objetivo de impedir que los palestinos desplazados -presionados por la guerra- cruzaran al otro lado, es decir, en el Sinaí.
Una ofensiva en Rafah -en opinión de algunos analistas- podría representar una dramática ruptura del equilibrio diplomático entre los dos países. Una perspectiva que preocupa bastante a Washington. Aunque las negociaciones están actualmente estancadas, en El Cairo sigue vivo un rayo de esperanza.
Una delegación de Hamás encabezada por Halil al-Khaya llegó a la capital egipcia para "completar las conversaciones de alto el fuego".
La delegación procedía de Qatar, uno de los mediadores -junto con Estados Unidos y Egipto- del acuerdo marco elaborado en París y que no se concretó debido al veto de Israel a las peticiones de Hamás.
Sigue siendo una incógnita hasta qué punto las conversaciones reanudadas en El Cairo pueden superar el estancamiento actual, especialmente en lo que respecta a la solicitud de la facción islámica de un alto el fuego permanente y la retirada total de las Fuerzas de Defensa de Israel de la Franja. Pese a ello, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, -en una reunión con las familias de los rehenes, que hoy volvieron a manifestarse en el centro de Tel Aviv exigiendo la liberación de sus familiares y atacando las políticas de Netanyahu- mostró un tono cauteloso y optimista.
Para resolver el asunto de los rehenes, Israel -según altos funcionarios en Jerusalén citados por NBC News- estaría dispuesto a dejar que Yahya Sinwar se exiliara. Mientras tanto, la tensión sigue creciendo también en el norte: decenas de cohetes llegaron desde el Líbano de Hezbolá, Israel respondió matando a un comandante local de la facción aliada de Irán.
(ANSA).
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