(ANSA) - ROMA 12 FEB - Solo en 2023 los deslizamientos de
tierra provocaron en Italia 10 víctimas y 18 heridos, más de
mil millones en daños y casi 1.700 desplazados.
Son los datos del informe periódico sobre el riesgo que
representan para la población italiana los deslizamientos de
tierra y las inundaciones presentado a la Accademia Nazionale
dei Lincei por Fausto Guzzetti, del Instituto de Investigaciones
para la Protección Hidrogeológica del Consejo Nacional de
Investigaciones.
"Cada año en Italia los deslizamientos de tierra causan
víctimas y daños directos por más de mil millones de euros. Una
cifra significativa, pero -subrayó Guzzetti - por la que se hace
poco para limitar los daños de derrumbes. De la opinión pública,
pero también de muchas administraciones, se consideran
emergencias menos relevantes que terremotos, huracanes,
erupciones volcánicas; y, sin embargo, las cifras muestran lo
contrario".
Solo en 2023 hubo 10 muertes por deslizamientos de tierra,
al menos 18 heridos y más de 1.700 personas que tuvieron que ser
evacuadas y abandonar sus hogares por periodos medio-largos.
Al ampliar el horizonte temporal, gracias a los datos
recogidos en el Sitio Polaris de Consejo Nacional de
Investigaciones (CNR) se puede observar que entre 1973 y 2022
los deslizamientos de tierra, a menudo pequeños, pero no menos
peligrosos, causaron 1.087 víctimas entre muertos y
desaparecidos, más de 1.400 heridos y más de 140.000 evacuados y
sin hogar en más de 2600 ubicaciones en 1541 municipios.
"En la memoria colectiva - prosiguió el experto - vuelven a
la mente cuatro grandes deslizamientos de tierra: Vietri sul
mare y Maiori, en 1954, Vajont en 1963, Stava en 1985 y Sarno en
1998. Cada uno de ellos causó más de cien muertes, pero son los
muchos pequeños deslizamientos de tierra que causan grandes
problemas y persistentes".
Las situaciones fueron especialmente graves en 2023 causadas
por intensas lluvias en Emilia-Romaña en mayo y en Toscana en
noviembre, donde se denunciaron decenas de miles de
deslizamientos de tierra y un elevado número de víctimas.
"Limitar, si no eliminar, los deslizamientos de tierra -
concluyó Guzzetti - significa también cuidar el territorio.
Hacer mantenimiento, limpiar desagües, evaluar con prevención la
construcción de carreteras y edificios, gestionar el
territorio en función de sus características y peculiaridades
geológicas. Pero también para iniciar una campaña de información
eficaz, empezando por las escuelas, donde explican qué hacer y
qué no hacer, por ejemplo, cuando llueve y pueden ocurrir
deslizamientos de tierra". (ANSA).
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En 2023, millonarios daños por deslaves
Casi 1.700 desplazados y 10 víctimas