Política

Madre de Navalny, "Alexei estaba bien"

"Que Putin sepa que será castigado", dijo la esposa Yulia

Redazione Ansa

(ANSA) - MUNICH, 16 FEB - "Me reuní con él hace cinco días, estaba vivo, sano, alegre. Ahora no quiero escuchar ningún pésame". La primera reacción de la familia de Alexei Navalny ante la noticia de su muerte provino de su madre, Lyudmila Ivanovna.
    Palabras que resumen la incredulidad, el enojo, las sospechas de sus allegados por una desaparición repentina y a sus ojos inexplicable. Y a su comentario se suma, unas horas más tarde, el de su esposa Yulia, que lanza una advertencia: Vladimir Putin y su pueblo deben saber que "serán castigados".
    Los miembros del equipo de Navalny, aquellos que se mantuvieron a su lado en las campañas contra la corrupción que lo convirtieron en enemigo del Kremlin, se mantienen cautelosos por ahora. La portavoz Kira Yarmysh dice que aún no puede confirmar la noticia de la muerte, que según el Servicio Penitenciario Nacional se produjo en la colonia de detención IK-3 en la lejana región ártica, cerca de la ciudad de Kharp. El abogado de Alexei está volando a Kharp, tan pronto como tengamos alguna información, se la comunicaremos", escribió Yarmish en X.
    También desde la nueva colonia penal, a 1.900 kilómetros de la capital, el opositor continuó haciendo sentir su voz mediante las redes sociales. Y continuó siendo mortificado con el confinamiento en una celda de castigo por infracciones incluso mínimas a las normas penitenciarias, según el mismo informó.
    Inclusive si se estableciera que las causas de la muerte fueron naturales, a su manera sería "un asesinato", afirmó el premio Nobel de la Paz ruso Dmitry Muratov.
    "Alexei Navalny -dijo Muratov al periódico Novaya Gazeta- fue torturado durante tres años. Como me dijo su médico, el cuerpo no puede tolerar estas cosas. ¿Qué es una celda de castigo? Inmovilidad, comida baja en calorías, falta de aire, frío constante".
    La reacción de Boris Nadezhdin, el político abiertamente opuesto al conflicto en Ucrania y que todavía está envuelto en un recurso contra el rechazo de su candidatura presidencial el próximo mes, fue prudente: "Alexei es una de las personas más talentosas y valientes que he conocido en Rusia ", dijo, sin hacer referencia alguna a las posibles causas de su deceso.
    La intervención más importante de la jornada es, sin dudas, la de Yulia Borisovna, la esposa de Navalny que fue vista por última vez a su lado el 17 de enero de 2021, cuando aterrizó con él en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú, al regresar de Alemania, donde había sido tratado por las consecuencias de un envenenamiento. Célebre continuó siendo el beso con el que lo saludó ante los agentes de control de pasaportes, antes de que se llevaran al disidente.
    Yulia, desde el podio de la Conferencia de Seguridad de Múnich, dejó claro que no podía confirmar la "terrible noticia".
    "Pero si es verdad -continuó- me gustaría que Putin y todo su equipo, todos los que lo rodean, su gobierno, sus amigos, sepan que serán castigados por lo que le han hecho a nuestro país, a mi familia y a mi marido".
    "Me gustaría que toda la comunidad internacional, todos los pueblos del mundo, se unan y luchen contra este mal", añadió antes de reunirse con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y con el secretario de Estado, Antony Blinken, que le expresaron su cercanía. (ANSA).
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