(ANSA) - ROMA - Desde la prevención de la violencia de género y los feminicidios hasta las políticas penitenciarias, pero también los intercambios comerciales y político-legislativos, Italia puede ofrecer ejemplos válidos de buena política a un país con problemas como Brasil.
Los dos países se acercan: con este espíritu, la Embajada de Brasil en Roma acogió hoy el Primer Seminario Italo-Brasileño sobre Políticas Públicas, inaugurado por el embajador de Brasil en Italia, Renato Mosca.
"Es una propuesta de los diputados (brasileño) Eros Biondini y (italiano) Fabio Porta, que son los presidentes de los respectivos grupos de amistad de los dos Parlamentos. Para nosotros es muy importante porque cuando llegué decidí iniciar un nuevo enfoque: abrir la embajada al pueblo, brasileños e italianos, porque ese es el nuevo enfoque del gobierno Lula", dijo Mosca a ANSA.
"Y sobre todo en el tema de las mujeres -amplió-, porque la violencia contra las mujeres es una preocupación constante entre nosotros en Brasil".
Por este motivo, el primero de los tres paneles que se sucedieron en la sala renacentista del Auditorio del Palazzo Pamphilj en Piazza Navona, se centró en el ejemplo del 'Código Rosa' adoptado en Italia, que permite un camino dedicado en centros de salud para mujeres, pero también para niños y personas vulnerables, víctimas de la violencia.
Y también sobre el llamado 'Código Rojo', la ley vigente desde 2019 que "refuerza la protección de todos aquellos que sufren violencia, persecución y malos tratos". "Éstas son experiencias importantes para nosotros en Brasil", comentó Mosca.
En particular, Vittoria Duretti y Antonio D'Urso, responsables sanitarios de Toscana, región en la que el procedimiento se probó con éxito de 2010 a 2014 antes de convertirse en ley nacional en 2016, hablaron sobre el Código Rosa.
Entre los que intervinieron se encontraba también la diputada Debora Serracchiani, del Partido Demócrata (PD): "Lo importante -dijo la legisladora a ANSA- es que la violencia de género se prevenga también en Brasil, porque esto es lo que en parte ya está sucediendo en Italia. Creo que esta posibilidad de debate sirve para tomar las mejores prácticas de un país para intentar exportarlas al otro, y viceversa".
Un segundo panel involucró una discusión sobre políticas alternativas a la prisión, un tercero sobre las asociaciones comerciales y legislativas entre los dos países.
"Desde su llegada hace algunos meses, el embajador Mosca ha hecho de este espléndido lugar un lugar de encuentro y de discusión, de arte y de música y también de interacciones políticas e institucionales entre Italia y Brasil", especialmente en el 150 aniversario de la primera migración italiana, recordó Porta, presidente del grupo de amistad Italia-Brasil de la unión interparlamentaria italiana, organizador del evento, junto al diputado brasileño Biondini, quien lidera el grupo de amistad brasileño-italiano del Parlamento de Brasil.
Con su familia romaña, Biondini recordó la importancia de una cooperación cada vez más estrecha entre Brasil, donde viven 30 millones de descendientes de italianos, la mayor comunidad italiana del mundo fuera de Italia, e Italia, donde viven 52.000 ciudadanos brasileños. Entre las muchas experiencias compartidas entre los dos países amigos, Biondini mencionó la Fattoria della Speranza, que ahora también funciona en Italia, dedicada a la recuperación de drogadictos, y APAC, para la recuperación y reintegración de expresidiarios a la vida social. (ANSA).
Cooperación penitenciaria entre Italia y Brasil
Un seminario en la embajada brasileña en Roma