Política

Temen venganza y ataque directo de Irán, Israel cierra 30 embajadas

"Estamos en un punto de inflexión en la guerra", advierte Hezbolá. Crece la tensión

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA, por Laurence Figá-Talamanca - Dónde, cómo y cuándo lo decidirá el Guía Supremo, Ali Khamenei, pero "Irán responderá. Sin dudas".  El líder del Hezbolá libanés, Hasan Nasrallah, vuelve a hacerse portavoz de la amenaza de venganza de los ayatolás contra Israel: el ataque al consulado iraní en Damasco que mató altos funcionarios de los Pasdarán representa "un punto de inflexión en la guerra en curso", y no quedará impune.
    El Estado judío, en alerta desde hace días por una posible represalia iraní, decidió -refiere Haaretz- cerrar por precaución 30 embajadas en el temor de atentados, incluida la sede de Roma, en Villa Borghese, y de reforzar las medidas de seguridad en todas las instituciones israelíes en el mundo.
    En Teherán, en tanto, miles de personas participaron en los funerales de los siete Guardianes de la Revolución que perdieron la vida en el raid del 1 de abril, jamás reivindicado por Israel, que tuvo como blanco el edificio consular iraní.
    Al grito de "Muerte a Estados Unidos" y "Muerte a Israel", las exequias pronto se convirtieron en la enésima demostración de rabia, en coincidencia con la Jornada Internacional por Jerusalén, celebración instituida con la revolución islámica de 1979 para manifestar su respaldo a Palestina en el último viernes del Ramadan.
    El fin del mes sagrado para los musulmanes, que llega a su término en un clima de altísima tensión pero sin particulares incidentes también la Explanada de las Mezquitas, es una ulterior fuente de preocupación para Israel que, a seis meses exactos del ataque de Hamás del 7 de octubre, teme otro Shabbat negro.
    La guerra en la región "ingresó en una nueva fase", advirtió Nasrallah, y anunció que no desea interrumpir las hostilidades en el confín sur del Líbano contra Israel "para apoyar la resistencia en Gaza". Hasta hoy "hemos empleado solo una mínima parte de nuestra fuerzas, nuestros combatientes no actúan a ritmo pleno: también las armas, hemos usado poquísimas", avisó con tonos amenazantes que las milicias proiraníes hasta ahora se han cuidado de no convertirla en una verdadera guerra que el País de los Cedros, inmerso en una profunda crisis económica, no podría soportar.
    Aún Irán no parece querer un choque directo con Israel y utiliza, más bien, a los grupos chiítas antioccidentales, como justamente Hezbolá o los Hutíes yemenitas que continúan con la mira en las naves mercantiles en el Mar Rojo.
    Pero hay que lavar la vergüenza de Damasco: "No hay manera de salvar a los sionistas, no pueden elegir entre la muerte y la vida, su opción es la rendición", tronó el comandante de los Pasdaran, el mayor general Hossein Salami, durante el funeral.
    "Estamos seguros de que este sentimiento que nace del corazón conducirá a la destrucción del régimen sionista", se hizo eco el presidente iraní, Ebrahim Raisi, durante las celebraciones en Teherán. "Los crímenes del régimen sionista han estado ocurriendo durante 75 años y, si Dios quiere, habrá una victoria final por parte del pueblo palestino y los musulmanes".
    Por su parte, el ejército israelí garantizó que está "listo para cualquier escenario", y enlistó una serie de medidas "defensivas y ofensivas" para asegurar a la población.
    Empero, el temor radica en aquellas acciones de amplio alcance, en particular, en los países amigos de Israel, donde justamente fueron cerradas las embajadas. En la estela de un antisemitismo que, desde el inicio de la guerra del Estado judío en Gaza en respuesta a la masacre del 7 de octubre, alzó su cabeza en Europa y en Occidente. El último episodio: una bomba molotov fue arrojada contra la puerta de una sinagoga en Oldenburg, en el norte de Alemania, sin causar heridos. (ANSA).
   

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