La medida fue tomada por el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes (el gran inquisidor del expresidente) después de que el multimillonario sudafricano amenazara con reactivar las cuentas bloqueadas por decisión de la justicia brasileña en la red social X (anteriormente Twitter), de la cual es propietario.
Su plataforma también corre el riesgo de ser bloqueada en el gigante sudamericano si se violan nuevamente las disposiciones judiciales.
"La conducta de X constituye, en teoría, no solo un abuso de poder económico al intentar influir ilegalmente en la opinión pública, sino también una clara incitación a mantener diferentes conductas criminales practicadas por las milicias digitales", afirma el decreto.
La disposición, de siete páginas, destaca "el agravante de los riesgos para la integridad de los miembros de la Corte Suprema, como se puede deducir fácilmente de los varios mensajes de odio publicados en apoyo de los de Musk".
El magnate lanzó un desafío con una serie de publicaciones venenosas, afirmando que Moraes está cometiendo "censura" y pidiendo su renuncia o destitución.
El juez, a su vez, acusó a Musk de "instrumentalización criminal" de las redes sociales y ordenó una multa equivalente a unos 20.000 dólares por cada cuenta reactivada. "Las redes sociales no son un territorio sin leyes", dice la ordenanza.
"Este juez ha traicionado descarada y repetidamente la Constitución y el pueblo de Brasil", escribió recientemente el jefe de Tesla y SpaceX, encendiendo la mecha.
Todo esto después del descubrimiento de los "Twitter Files Brazil", un informe publicado por el periodista estadounidense Michael Shellenberger que afirma que Moraes "pidió ilegalmente a Twitter que revelara información privada sobre usuarios que utilizaron hashtags que él consideraba inapropiados".
Según los documentos, el juez (uno de los once miembros de la Corte Suprema de Brasil y actual presidente del Tribunal Superior Electoral) habría eliminado incluso publicaciones de parlamentarios brasileños, especialmente dirigidas a simpatizantes de Bolsonaro.
Este último elogió de inmediato a Musk, llamándolo un "mito de la libertad". "Nuestra libertad hoy, gran parte de ella, está en sus manos", agregó el expresidente, quien está siendo investigado precisamente por Moraes por un presunto intento de golpe.
Aprovechando el eco de los ataques al juez, su archirrival, Bolsonaro convocó una nueva manifestación para el 21 de abril en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, con la esperanza de repetir el éxito del evento realizado el 25 de febrero en San Pablo.
Observadores destacan que la ofensiva de Musk parece respaldar la resurrección del bolsonarismo y de las derechas en general, coincidiendo con un posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. (ANSA).
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