Así afirmó la entidad que nuclea a las familias de los secuestrados, poco después de conocerse que Hamás había aceptado el acuerdo.
Poco después del anuncio, informa Ynet, las familias de los secuestrados comenzaron a bloquear las carreteras en Tel Aviv, en particular en Ayalon Norte, en el cruce de Rokah y en el cruce de Karkur.
Más tarde, los manifestantes de Tel Aviv se trasladaron a Derech Begin, antes de quemar un "enorme reloj de arena: el gobierno está quemando el tiempo de los secuestrados en cautiverio de Hamás y obstaculizando las transacciones", dijeron.
Una de las familias subrayó que "el gobierno de Israel ha dejado que Hamás cometa un holocausto en nuestras familias.
Desde hace 213 días los secuestrados se pudren en el cautiverio de Hamás y el gobierno dirigido por Netanyahu continúa torpedeando los acuerdos". (ANSA).
Leggi l'articolo completo su ANSA.it