Política

Carta de sacerdotes gays para el Sínodo

Un documento titulado "Con todo el corazón".

Redazione Ansa

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 28 MAG - Vuelve a ser extremadamente relevante, en estos días marcados por las impactantes palabras del Papa Francisco contra los seminaristas homosexuales, la iniciativa de un grupo de trabajo sinodal compuesto por sacerdotes con orientación homosexual que envió su propio documento a la Conferencia Episcopal Italiana y a la Secretaría del Sínodo en la fase de preparación de la asamblea sobre sinodalidad (cuya segunda sesión tendrá lugar en el próximo octubre, quizás con nuevas contribuciones sobre el tema).
    "Creemos que una visión más clara sobre la orientación sexual, científicamente fundamentada y espiritualmente receptiva a los llamados de Dios, puede traer una mayor serenidad a la Iglesia; permitiría a todos sus sacerdotes y religiosos mantenerse firmes con todos y ser más pacificados y reconciliados, sinceros, porque menos cargados de prejuicios y más libres", escribieron los promotores.
    "Sería un regalo para todos, homosexuales y heterosexuales presentes entre los sacerdotes y en las comunidades religiosas; se eliminarían las falsedades en las relaciones con los hermanos; crecería en todos la capacidad de escuchar y la sensibilidad", agregan.
    El documento, titulado 'Con todo el corazón', es el resultado de la colaboración de unos cincuenta sacerdotes con orientación homosexual o bisexual, que se reunieron entre febrero y marzo de 2022.
    Junto con otros textos, fue publicado en un folleto descargable del sitio Gionata.org, y también en la revista Il Regno.
    Los participantes en el grupo sinodal están convencidos de que "un documento oficial sobre el tema, fruto de un serio trabajo sinodal como este, podría ser de gran ayuda".
    Invitados por la red de operadores pastorales con personas LGBT+, los autores del documento aceptaron contar su experiencia, sus dificultades y sus esperanzas; en la convicción, precisamente, "con todo el corazón", de que "la fidelidad del Señor a su vida y a su vocación llene de fecundidad su ministerio en la Iglesia".
    Juntos, tuvieron el coraje de mirar más allá del temor al chisme, la burla o, peor aún, el juicio y la exclusión, conscientes de ser una minoría mal tolerada, para que la Iglesia en camino sinodal no carezca de su voz.
    Uno de ellos dijo: "El propósito de esta carta no es reclamar un derecho, sino el fuerte deseo de que a partir de mañana cada alma que se acerque, que entre en la Iglesia, pueda sentirse acogida por Dios mismo, por su Palabra, por su ser Amor; que ya no haya personas que se vayan, que abandonen un camino espiritual por miedo a no ser aceptadas, a ser rechazadas".
    En el documento son ellos quienes hablan en primera persona, primero de sus "soledades, heridas, silencios", y luego del "ser de la vocación y del servicio". (ANSA).
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