Y en cambio, "los habitantes de Apulia estuvieron mucho más allá de la altura para la tarea", subrayó la primera ministra, agradeciéndoles. "Creo que es la mejor respuesta a los prejuicios habituales que se leen en la prensa internacional", acotó.
La referencia muy clara es a un informe reciente de CNN titulado "Estilo mafioso" sobre la región que acogió la cumbre.
Al fin y al cabo, Apulia, un territorio remoto y desconocido, "finis terrae", ya no lo es desde hace tiempo: ahora es uno de los destinos turísticos más populares, después de un viaje que ha durado al menos dos décadas, ha ganado cada vez más atención gracias también a las especificidades que la organización de este G7 quiso resaltar, desde el olivo en el logo hasta las opciones para recibir a los líderes.
Meloni quería reunirlos en una "aldea global", afirmó, mencionando a los panzerotti (empanadas regionales fritas de masa leudada rellena con salsa de tomate y mozzarella) y la lucha contra la Xylella (una bacteria letal que ataca los cultivos) como marco para tres días de trabajo sobre las cuestiones más urgentes de la agenda internacional.
"Anoche, al final de la cumbre, después del espléndido regalo que nos hizo Andrea Bocelli cantando algunas canciones para los líderes, quería que fuera toda una velada tradicional de Apulia, estaban los panzerotti, los artesanos, las damas que arman las orecchiette (pequeños fideos) a mano, estaba la taranta (fiesta de música tradicional), las luces de las fiestas religiosas, estaba Apulia como la conocen ante todo los apulianos, pero como la conocen los italianos", subrayó Meloni ante los más de mil periodistas acreditados en la Cumbre.
"Tuve el orgullo de ver a los líderes del G7 con la boca abierta, a veces incluso menos, por los sabores, los gustos, la identidad... las señoras que regalaban pulseras hechas con carozos de aceituna, los artesanos que trabajaban la madera del olivo que tuvimos que erradicar por Xylella, las mesas las hicimos con esa madera porque aquí siempre somos capaces de reinventarnos. La señal que quería dar era un poco de la aldea global que hay por aquí", concluyó satisfecha la primera ministra. (ANSA).
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