La Encuesta Nacional sobre la Salud Financiera (Ensafi), levantada por la Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Condusef), señala que los pasivos personales, hipotecarios o de tarjetas de crédito están enfermando cada vez más a la gente.
Entre los males que gravitan sobre la salud de los mexicanos figuran dolores de cabeza, trastornos digestivos como gastritis y colitis y cambios en la presión arterial, sin contar el impacto sicológico o el insomnio y los trastornos alimenticios.
El relevamiento arrojó que el estrés financiero impacta al 42,2% de las mujeres, contra 30,7% de los hombres, lo cual se explica talvez porque cada día hay más mujeres viviendo solas o encabezando un hogar.
El más reciente Censo de Población y Vivienda realizado en 2020, arrojó que, a nivel nacional en 33 de cada 100 hogares las mujeres son reconocidas como jefas de la vivienda, es decir, 11,4 millones, contra 27 de cada 100 (9 millones de hogares), que contabilizó una encuesta del INEGI levantada en 2016.
Los estados en los cuales la gente más sufre de "estrés financiero" son también algunos de los ubicados en las franjas más pobres del país, entre ellos Chiapas (sureste, 50,2), Morelos (sur, 49,9%), Oaxaca (sureste, 49,8%), Zacatecas (centro, 49,8) y Guerrero (sur, 49%), Zacatecas (centro, 49).
Uno de los aspectos más notables del estudio es que el segmento demográfico con más ahorros es el de 18 a 29 años (59,65), que contrasta con el de más de 65 años (41,3%).
El Indicador de Bienestar Financiero del país se ubicó en 52,8, en una escala de 0 a 100, en el cual 20 de los 32 estados están por arriba del promedio y 12 por debajo.
Si se contrapone con cifras internacionales, México se encuentra por debajo de países como Corea y Alemania (53,4 y 54,1%) pero por arriba de naciones como Perú y Portugal (45,3 y 43,8, respectivamente).
El problema de las deudas como fuente de enfermedades no distingue a clases sociales ni a niveles educativos, de acuerdo con la Ensafi.
Oscar Rosado, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), consideró "parcialmente falso" el supuesto de "a mayor nivel de ingresos, menor estrés financiero", así como el de entre "más alto el nivel de escolaridad mejor relación con el dinero".
"El estrés financiero básicamente es originado por desempleo, bajos ingresos o precariedad laboral, pero ahora podemos afirmar que hay causas conductuales y del comportamiento humano que llevan a las personas a compras impulsivas y sobreendeudamiento, en suma, a vivir más allá de sus posibilidades", afirmó. La encuesta revela que entre la población de 18 años y más, 38,8% confesó sentir "mucha preocupación" al momento de pedir un préstamo, mientras que 45,4% experimentó angustia por gastos imprevistos y 48,4% por tener muchas deudas. (ANSA).
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