La oposición al gobierno de Giorgia Meloni está unida en el matrimonio igualitario, en la necesidad de una ley contra la homolesbiano-transfobia y otra que ayude a los alcaldes a reconocer a los hijos de parejas del mismo progenitor.
"Un día de orgullo y visibilidad para las batallas por los derechos", afirmó Schlein al llegar a la columna Partido Demócrata junto con Alessandro Zan. La primera batalla es por una ley contra la homolesbobitransfobia, tras la ya presentada por el propio Zan y rechazada por el Parlamento "con aplausos vergonzosos", como recordó el eurodiputado recién elegido.
Según la secretaria demócrata, esta ley sigue siendo necesaria, especialmente "ante las muchas, demasiadas, agresiones y discriminaciones que estas personas sufren cada día". Un mensaje compartido también por Conte, que invitó a las minorías "a recrear las condiciones para aprobar esta ley", subrayando que "es hora de tener inmediatamente un matrimonio igualitario".
También las oposiciones lombardas están unidas, especialmente contra la Región de Lombardía, "culpable" de no haber concedido patrocinio al Orgullo. Tanto es así que los jóvenes demócratas marcharon en provocación con una caricatura del gobernador Attilio Fontana (y con carteles contra el general Roberto Vannacci) y los M5S desplegaron una pancarta en su columna con las palabras "Negar el patrocinio no extinguirá nuestro orgullo".
El líder del grupo del Partido Democrático de Pirellone, Pierfrancesco Majorino, añadió: "Fontana no quiere venir nunca al Orgullo y lamentamos que no estuviera con nosotros". La respuesta del gobernador: "No pueden vivir sin mí...". Ausente esta vez, pero solo por una pequeña intervención, el alcalde Giuseppe Sala, que siempre ha estado cerca de las peticiones del mundo LGBTQIA+: "El orgullo es un abrazo colectivo que nos empuja a luchar con aún más determinación contra toda forma de odio", explicó en un vídeo remitido a los organizadores.
En el Orgullo de Milán también estuvieron algunos exponentes de Forza Italia, como el líder del grupo del Palacio Marino, Alessandro De Chirico, un habitual del desfile que cada año reivindica su presencia y también la apertura de su partido en materia de derechos hacia los aliados.
Más aún después de las palabras de Marina Berlusconi, que sobre estas cuestiones se ha declarado más cercana a la izquierda: "Siempre me alegro cuando se reconozca la igualdad -explicó Schlein- pero debo decir que debería ser algo mucho más transversal. No está claro por qué la derecha italiana está decidida a seguir siendo la más rezagada en Europa". (ANSA).
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